
Rama de un olivo infectada por el algodoncillo
Jaén
Alerta en el olivar de Jaén por la expansión del algodoncillo: los agricultores temen quedarse sin cosecha
Las cooperativas olivareras piden que les autoricen nuevos productos fitosanitarios para combatir la plaga
La provincia de Jaén, corazón del olivar andaluz, se enfrenta a una amenaza creciente. Se trata de la expansión del algodoncillo, una plaga que afecta directamente a la floración y el fruto del olivo. Los agricultores temen que la producción de aceite de oliva se vea seriamente mermada en la próxima campaña si no se toman medidas urgentes y efectivas.
El Servicio de Sanidad Vegetal de Andalucía constató durante la pasada campaña un incremento de las poblaciones del algodoncillo, que se manifiesta con manchas blancas y de aspecto algodonoso que cubren casi por completo las hojas y flores de los olivos. Al mismo tiempo, los suelos se cubren de un manto blanco.
Al noreste de Jaén, en la comarca de Las Villas, la más afectada, los agricultores ya han comenzado a aplicar tratamientos específicos para contener el avance de la plaga, que también se ha adentrado en otras zonas de la provincia, aunque con menor incidencia.
En Villacarrillo, centro neurálgico de Las Villas, se han iniciado fumigaciones aéreas y terrestres con productos fitosanitarios para combatir este bicho. Sin embargo, la masiva puesta de huevos dificulta su control, ya que se eliminan unas ninfas, pero en pocos días nacen otras.Las cooperativas olivareras han pedido al Gobierno andaluz y al Ministerio de Agricultura que actúen con rapidez para coordinar una estrategia conjunta de control y que, fundamentalmente, les autoricen nuevos productos fitosanitarios para combatir la plaga. Advierten de que, si en 20 días no se toman medidas, se perderá toda la cosecha. La incidencia es del 5,8 % en las flores, cifra que podría ascender con la subida de las temperaturas y las lluvias.
Desde la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en Jaén se han emitido recomendaciones técnicas a los productores para vigilar el estado de floración y aplicar tratamientos en los momentos más efectivos del ciclo biológico de la plaga. No obstante, varios sindicatos agrarios advierten de que los medios con los que cuentan los agricultores no son suficientes ante un problema de estas dimensiones.
El impacto económico podría ser notable. Jaén lidera la producción de aceite de oliva a nivel mundial, y cualquier descenso en la cosecha repercute no solo en los ingresos de los agricultores, sino también en el empleo rural, la actividad de las almazaras y el precio final del aceite en el mercado. A ello se suma la presión del mercado internacional, con una demanda creciente y existencias limitadas tras años de sequía.
Frente a esto, algunas organizaciones ecologistas advierten del uso excesivo de fitosanitarios y piden que se apueste por soluciones más respetuosas con el medio ambiente, como el control biológico o la mejora de la biodiversidad en los entornos agrícolas. Para ello, proponen fomentar las cubiertas vegetales y la reintroducción de depredadores naturales.
El sector olivarero de Jaén está acostumbrado a las dificultades, pero la amenaza del algodoncillo ha encendido todas las alarmas. En la última campaña afectó a más de 400 agricultores que se quedaron prácticamente sin cosecha.