La secretaria general del PSOE andaluz, María Jesús Montero, junto a su número dos, María Márquez (archivo)
Andalucía
Montero apuesta todo a las «privatizaciones» de Moreno para frenar el hundimiento del PSOE-A
Los socialistas andaluces confían en que el PP-A puede perder la mayoría absoluta por su gestión de los servicios públicos
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, aseguró el pasado sábado que las elecciones autonómicas tendrán lugar «a principios o finales de junio» de 2026. Sin embargo, el 'modo campaña' lleva algunos meses activado en la región, prácticamente desde que se confirmara la llegada de la ministra María Jesús Montero a la Secretaría General del PSOE andaluz.
Ni en el PP ni en el PSOE han esperado al mes de septiembre para iniciar el curso político de cierre de legislatura, la primera con mayoría absoluta de los populares, que lo inauguraron en la Feria de Almería. Fue ahí donde Moreno se reafirmó en la idea, manifestada en múltiples ocasiones, de que los andaluces acudan a las urnas antes del verano del año próximo.
Por su parte, los socialistas han celebrado este martes una reunión de coordinación parlamentaria en su sede regional para establecer su hoja de ruta de cara a las elecciones autonómicas, en las que no las tienen todas consigo. A menos de un año de los comicios, las encuestas les auguran una nueva debacle electoral, esta vez con Montero al frente, empeorando incluso el resultado cosechado con Juan Espadas como candidato en 2022.
La vicesecretaria general del PSOE-A, María Márquez, presidiendo la reunión de coordinación del Grupo Socialista
La ministra de Hacienda se ausentó de dicha reunión, ya que se encontraba en Madrid, en el primer Consejo de Ministros del curso político. No obstante, su mano derecha en el PSOE-A, María Márquez, se encargó de trasladar las directrices a sus compañeros de bancada. La estrategia está clara, y el objetivo, también.
Montero lo apuesta todo al discurso de la izquierda sobre la privatización de los servicios públicos, personificada en Moreno, para frenar el hundimiento de su partido y evitar una nueva mayoría absoluta del PP en Andalucía. Así, ante los medios de comunicación, Márquez afirmó contundentemente que el presidente de la Junta «va a pagar en los tribunales y en las urnas el sufrimiento que causa a la ciudadanía con sus políticas de privatización».
Los socialistas confían en que el PP-A puede perder la mayoría absoluta por su gestión de los servicios públicos, especialmente de la sanidad. Públicamente ya lo dan por hecho. Según Márquez, el presidente de la Junta «sabe desde hace tiempo que ha perdido la mayoría absoluta», por lo que ahora solo está «en sus cálculos electorales para ver cuándo le conviene convocar» los comicios.
Sin embargo, María Jesús Montero ha dado a los populares munición de sobra como ministra para contrarrestar el discurso de las «privatizaciones», empezando por la (infra)financiación de Andalucía, una lucha que ella misma abanderó como consejera de Hacienda y que ahora desprecia desde el Gobierno de España, siendo el principal caballo de batalla de Juanma Moreno. Desde el PP-A ya se refieren a Montero como la candidata «independentista» por su defensa del cupo catalán.
Los escándalos y la corrupción que rodean a Ferraz también lastran las opciones de la ministra de Hacienda, que dejará sus cargos en el Gobierno de España y hará su mudanza a la tierra que la vio nacer cuando Moreno ponga fecha definitiva a las elecciones autonómicas. Para esa cita con las urnas aún quedan, como mínimo, unos 280 días, tiempo suficiente para que el PSOE andaluz reviva o, como vaticinan las encuestas, se hunda definitivamente.