
Un momento de la ofrenda floral del domingo en Barbate
Cádiz
Las dos caras de Barbate: la ofrenda por los guardias civiles muertos coincidió con el responso a un narco
El fallecido, de 39 años, era vecino de la localidad y murió al chocar con una embarcación de la Guardia Civil
Barbate es uno de los epicentros de la lucha contra el narco en España. En esta localidad, con altos índices de criminalidad, no es raro que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y los capos y correos de la droga se encuentren en la disputa por el territorio. En ocasiones, esos encontronazos acaban en tragedia y cada uno llora a sus muertos a pocos metros de los otros.
Este pasado fin de semana ha dejado estampas que muestran a las claras la dualidad de esta población azotada por el tráfico de estupefacientes. Por un lado, se homenajeaba a los dos guardias civiles arrollados por una narcolancha hace justo un año y, por otro, se lloraba a un hombre muerto al colisionar la embarcación en la que transportaba hachís con una patrullera de la Guardia Civil.
El suceso se produjo el viernes, ocasionando la muerte de este vecino de Barbate. Se llamaba Eurípides M. A., tenía 39 años y antecedentes por tráfico de drogas. Su acompañante quedó herido. Eso fue a primera hora de la tarde, apenas unas horas después de que diversas asociaciones de guardias civiles y el colectivo de familiares de agentes Nuestro Corazón por Bandera, se concentrara ante la Comandancia de Cádiz para protestar por la «falta de medios» y pedir «justicia» un año después de la muerte de David Pérez y Miguel Ángel González.
Las tristes simetrías no acaban ahí. Este domingo estaba planteado como otro día para el recuerdo, la memoria y la reparación de los dos agentes asesinados por el narco en 2024. Se celebró un minuto de silencio en el Ayuntamiento de Barbate y luego una ofrenda floral en el puerto. Al mismo tiempo, se produjo en la localidad gaditana el responso e incineración de Eurípides, el vecino fallecido el viernes.
Aseguran las asociaciones de policías, como AUGC, que en Barbate «todo sigue igual», y que, a pesar de la ola de indignación que despertó la muerte de David y Miguel Ángel, un año después sigue sin haber avances "ni en la dotación de recursos para los agentes ni en la reforma de leyes que permitan combatir con eficacia a estas organizaciones criminales».
Por si había dudas, este intenso fin de semana en Barbate ha vuelto a demostrar que los agentes y los narcos siguen cruzándose día a día y homenajeando a sus caídos en las mismas calles y plazas de la localidad.