
La acusación particular en este caso ha destacado la necesidad de ir más allá de las responsabilidades penales o judiciales
Narcotráfico
La acusación particular y los familiares exigen responsabilidades políticas por el asesinato de Barbate
El abogado de las víctimas del ataque mortal, Juan Gonzalo Ospina, cree que se han de depurar responsabilidades políticas al margen de las penales y jurídicas
El asesinato de dos guardias civiles en aguas de Barbate, que fueron arrollados por una narcolancha en la noche del 9 de febrero de 2024, exige responsabilidades políticas, no solo penales o jurídicas.
Así lo cree el abogado de las víctimas, el penalista Juan Gonzalo Ospina, que opina que hay que ir más allá. «Este es un caso muy triste y yo pienso que todos aquellos que en este país creen en el Estado de derecho y en el buen trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado tendríamos que alzar la voz y pedir dimisiones», ha declarado en una entrevista reciente en Periodista Digital.
El letrado, que ejerce como parte de la acusación particular, «porque nosotros llevamos todas las acusaciones, ya que al haber muchas víctimas, el juez las ha centrado», ha lamentado la falta de medidas en el seno de la Guardia Civil para evitar que este tipo de ataques se vuelvan a producir. «El narco sigue campando a sus anchas en las costas de Andalucía. Esto habría que cortarlo de raíz».
El magistrado que lleva el caso ha encargado un informe pericial con el objetivo de esclarecer la clave de lo sucedido: determinar si la narcolancha embistió a los agentes de manera accidental, como sostienen los tripulantes, ahora arrestados, o si, por el contrario, se trató de una acción intencionada, tal como apunta la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil.
Las familias también las piden
Así lo ven también los familiares de los dos guardias civiles que perdieron la vida aquella funesta noche. «Quiero que asuma su responsabilidad quien puso en el agua a mi hijo», ha declarado recientemente Paqui González, la madre de uno de los agentes asesinados, en El Correo de Andalucía.
«Él no estaba allí porque le daba la gana. Se encontraba en ese sitio porque le dieron una orden, y él juró servir a su patria hasta morir. Y lo cumplió. Con él no cumplieron», lamenta esta madre, que en dicha entrevista añade que nunca le han llamado ni el ministro del Interior ni ningún representante del Gobierno. «Ni el director de la Guardia Civil», remata.