El hecho de que Gibraltar amplíe su superficie mediante la construcción en suelo marino no es algo nuevo

Una máquina trabaja sobre los rellenos de Gibraltar (archivo)Belén Pérez

Cádiz

Andalucía aprieta al Gobierno por los rellenos de Gibraltar: «No actúan para no cabrear a Picardo»

La Junta exige «contundencia» para acabar con el vertido de residuos en aguas españolas

Los rellenos de Gibraltar son un asunto que trasciende lo medioambiental, ya que suponen una invasión de aguas españolas que puede tener repercusiones en las negociaciones sobre el tratado que está llamado a sacar al Peñón del limbo jurídico en que se encuentra a causa del Brexit. No en vano la Junta de Andalucía sospecha que la pasividad del Gobierno sobre esta práctica puede estar supeditada a dichas negociaciones.

El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, ha afirmado que están «muy preocupados» por los rellenos y los residuos de Gibraltar. De hecho, han trasladado al Ministerio para la Transición Ecológica la necesidad de actuar con «contundencia» para frenar el impacto ambiental.

Sanz también ha criticado al Ministerio de Asuntos Exteriores y a su titular, José Manuel Albares, por «el oscurantismo y la falta de transparencia» sobre las negociaciones con el Reino Unido. Según el consejero, están privando de participar en este proceso a «los principales afectados, que son los campogibraltareños y también los andaluces».

En respuesta a una pregunta formulada por Vox en la comisión parlamentaria de Presidencia celebrada este jueves, Antonio Sanz explicó que mantuvo una reunión con el Grupo Transfronterizo donde todos coincidieron en la necesidad de alcanzar un acuerdo que beneficie verdaderamente a los ciudadanos del Campo de Gibraltar. «Queremos un acuerdo, sí, pero no cualquier acuerdo. Buscamos el mejor acuerdo posible para los vecinos», recalcó.

El portavoz de Vox en la comisión, Benito Morillo, sumó a las críticas planteadas por la Junta las denuncias sobre el acoso que sufren la industria pesquera local y las patrulleras de la Guardia Civil, el «dumping fiscal» que el Peñón hace sobre el Campo de Gibraltar y la invasión de aguas españolas. Según Morillo, «todo el mundo calla» sobre estos problemas.

Antonio Sanz reiteró que la Junta tiene una postura muy clara respecto a las negociaciones. Le han trasladado al ministro Albares que la supuesta «prosperidad compartida» que se pretende firmar no es más que una «desigualdad compartida». Por ello, exigen la creación de un estatuto fiscal especial para el Campo de Gibraltar, que proteja sus intereses económicos y sociales frente a las desigualdades provocadas por la situación actual.

Además, el consejero defendió que el puerto de Algeciras no puede ser objeto de «traiciones ni agresiones comerciales». «Es fundamental garantizar su protección, la seguridad de los pescadores, el control policial y las medidas de vigilancia adecuadas», afirmó. También cuestionó qué papel desempeñará la Policía española en el territorio y si se permitirá que actúe con uniforme; preguntas que considera sin respuesta por parte del ministro.

Reunión con Aagesen

Desde la Junta de Andalucía han solicitado una reunión urgente con la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, para abordar el problema de los rellenos y el vertido de residuos en aguas españolas, una cuestión que hasta ahora el Gobierno central ha evitado afrontar. «No se atreven, no se vaya a cabrear Gibraltar», afirmó Sanz en la comisión.

Por todo ello, la Junta ha pedido la intervención de la Unión Europea –parte negociadora del tratado de Gibraltar– para garantizar que el problema de los rellenos en la zona no continúe sin control y que se establezcan mecanismos efectivos de supervisión. Esta competencia recae en el Ministerio para la Transición Ecológica, que ni está ni se le espera, al menos desde el Gobierno andaluz.

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