En el momento de la detención, Chichi se delató al responder a su mote

En el momento de la detención, Chichi se delató al responder a su motePolicía Nacional

Málaga

Así cambió su aspecto el prófugo polaco escondido en Marbella buscado por narcotráfico y crimen organizado

Sobre el delincuente pesaba una orden de búsqueda europea al enfrentarse a una posible pena de 50 años de cárcel

Chichequi, uno de los fugitivos polacos más peligrosos y más buscados a nivel europeo, fue detenido el pasado mes de abril en Marbella, cuando salía de su casa a hacer unos recados. Esta detención fue la culminación de una cuidadosa investigación desarrollada durante varios meses para dar caza al sospechoso acusado de tráfico de drogas, tráfico de armas y explosivos y pertenencia a organización criminal. Polonia, su país de origen, lo reclamaba para que se enfrentara a una petición de prisión de más de 50 años. Para dar con él, los agentes del grupo de localización de fugitivos no lo tuvieron nada fácil.
Chichi, apodo con el que se conocía al criminal, se trasladó a Marbella huyendo de la Justicia y buscando pasar desapercibido. Para ello, tal y como relatan fuentes de la Policía Nacional, se creó una nueva vida para dificultar su identificación. No sólo cambió de nombre, apellidos y fecha de nacimiento (se quitó dos años de edad en su nueva documentación), sino que pasó por quirófano.
Para su nueva imagen, se puso injertos capilares, se eliminó los tatuajes de las piernas y pasó por manos de un odontólogo, que le corrigió la mordida y mejoró el aspecto de la dentadura. A simple vista y con esos cambios, el reconocimiento del delincuente más buscado no fue tarea fácil para la Policía. Incluso en el momento de la detención y teniendo a Chichi cara a cara, no parecía él.
Además del aspecto físico, Chichi «asimiló su nueva identidad». Vivía en Marbella sin grandes lujos, llevaba a sus hijas al colegio en un coche familiar y subía fotos a las redes sociales con sus dos pastores belgas. A simple vista era un padre de familia más, una estrategia que los criminales utilizan para pasar desapercibidos y no llamar la atención, evitando grandes ostentaciones y lujos para no ser descubiertos.
A pesar de los esfuerzos por ocultarse, Chichi comenzó a «bajar la guardia» y a relajarse tras un año viviendo a la sombra en Marbella, momento que aprovechó el grupo de localización de fugitivos para darle caza.
Los asesinos, narcotraficantes, pederastas, violadores, secuestradores, estafadores y blanqueadores de capitales más buscados a nivel internacional son el objetivo del grupo de localización de fugitivos que, con sede en Madrid, investigan tanto a fugitivos internacionales que se refugian en territorio nacional como a huidos por delitos cometidos en España.
En su mayoría, se enfrentan a casos protagonizados por organizaciones criminales relacionadas con el tráfico de drogas, homicidas, sicarios o agresores sexuales que suponen un peligro para la ciudadanía. El caso de Chichi, a pesar de su dificultad, fue todo un éxito y logró llevar ante la Justicia a uno de los más buscados.
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