Llegada de turistas al aeropuerto de Málaga

Llegada de turistas al aeropuerto de Málaga (archivo)Álex Zea | Europa Press

Andalucía

Los aeropuertos de Málaga y Sevilla se quedan pequeños ante la avalancha de turistas prevista para este verano

Se prevén 6,3 millones de asientos contratados en vuelos con destino a la comunidad andaluza entre julio y septiembre

Andalucía se prepara para un verano de récord. Según previsiones del sector, entre julio y septiembre se han contratado más de 6,3 millones de asientos en vuelos con destino a la comunidad, lo que supone un aumento del 6 % respecto al mismo periodo del año anterior. Este incremento refuerza las expectativas optimistas de los profesionales del turismo, que confían en igualar o incluso superar las cifras del verano de 2024.

El crecimiento no solo se refleja en el número de visitantes, sino también en los ingresos generados. Aunque el aumento de turistas se sitúa entre el 5 y el 7 %, el gasto asociado a su estancia se incrementa hasta en un 15 %. Esto significa que la riqueza que deja el turismo en Andalucía triplica el ritmo de crecimiento de llegadas, consolidando así su papel como motor económico clave para la región.

Sin embargo, este auge turístico contrasta con la saturación de las infraestructuras aeroportuarias. Tanto el aeropuerto de Málaga como el de Sevilla presentan signos evidentes de quedarse pequeños para asumir este flujo creciente de pasajeros. En Málaga, que ya registró 25 millones de pasajeros en 2024, no hay planes de ampliación ni mejoras significativas en las terminales, lo que está provocando cuellos de botella y dificultades operativas.

La Consejería de Turismo y Andalucía Exterior ha solicitado recientemente al Ministerio de Transportes, dirigido por Óscar Puente, que se activen de forma urgente las medidas extraordinarias previstas en el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) 2022-2026, con el fin de iniciar de inmediato la ampliación del aeropuerto de Málaga-Costa del Sol. Esta petición, que responde al aumento del tráfico aéreo, aún no ha obtenido respuesta.

La previsión de tráfico de pasajeros para 2026 era de 20,7 millones, una cifra que ya fue superada en 2024, cuando el aeropuerto de Málaga alcanzó cerca de 25 millones de viajeros. A este ritmo, las instalaciones podrían rozar su capacidad operativa máxima de 30 millones antes de que finalice 2026.

La situación en Sevilla es aún más preocupante. El aeropuerto de la capital andaluza, que superó los 9,1 millones de pasajeros en 2024, carece de una conexión directa con la estación de trenes de Santa Justa, y su capacidad está lejos de responder a la importancia estratégica de la ciudad. Para mayor inri, el Gobierno de España no contempla actualmente ningún plan concreto para modernizar sus instalaciones.

Malestar en Andalucía

Las comparaciones con otros territorios agravan el malestar en Andalucía. El consejero de Turismo, Arturo Bernal, ha calificado este lunes de «vergüenza» los más de 3.000 millones de euros que se van a destinar para el aeropuerto de Barcelona-El Prat, porque en Cataluña están los «los siete votos que están manteniendo a Pedro Sánchez en la Moncloa», en referencia a los diputados nacionales de Junts, el partido del prófugo Carlos Puigdemont.

Del mismo modo, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, acusaba al ministro Óscar Puente de perpetrar «un nuevo agravio» al conocer el acuerdo para la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat, tras remitirle una decena de cartas reclamando infraestructuras clave para la ciudad, como la conexión aeropuerto-Santa Justa, exigida por la Unión Europea, o la ampliación de la propia estación de trenes, que «se ha quedado pequeñita después de más de 30 años».

Con un verano que se prevé histórico en términos de llegadas, el colapso de los principales aeropuertos andaluces parece inevitable si no se actúa con urgencia. La demanda crece, pero la infraestructura se estanca, y el turismo –motor económico de la región– podría pagar el precio de la inacción.

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