El agresor ha sido condenado a ocho años de cárcel
El martirio de una joven de Málaga a la que un colombiano en situación irregular arrojó por la ventana
Tras necesitar 390 días para curarse de las secuelas físicas, se ha marchado a vivir fuera de España por miedo al procesado
La empujó por la ventana, después de haberla encerrado en su vivienda, circunstancia que aprovechó para golpearla. Sin embargo, lo peor para una joven de 19 años estaba aún por llegar. La caída provocó graves secuelas, de las que necesitó más de un año para recuperarse, pero las presiones y las llamadas amenazantes del acusado, un colombiano en situación irregular, la llevaron a abandonar España.
Ha sucedido en Málaga capital. El procesado ha sido condenado a ocho años de cárcel por intentar matar a su expareja. También será obligado a pagar una indemnización de 146.760 euros por las lesiones y otra multa por vejaciones, así como una orden de alejamiento de mil metros durante diez años.
La ruptura entre ambos sucedió un 12 de febrero de 2022, cuando ella descubrió su infidelidad y puso fin a la relación sentimental. Esa noche, la joven salió de fiesta con sus amigas, coincidiendo con su expareja en una zona de botellón, según cuenta SUR. A la hora de marcharse, él se ofreció a acompañarla a su casa, pero como el destino cogía lejos y hacía frío, la convenció para que pasara la noche en la suya.
Allí, según la sentencia, cerró la habitación con un dispositivo de seguridad, situación que aprovechó para propinarle varios puñetazos en la cara. Cuando la víctima intentó marcharse, advirtió con horror que estaba encerrada. Su exnovio le ordenó que se quitara la ropa y los zapatos, a lo que ella accedió para que no le pegara más.
Auxilio por la ventana
El agresor incluso evitó que la chica hiciera una llamada con su móvil. Se lo quitó de las manos, lo tiró y empujo a ella contra el suelo, momento en el que a ella no le quedó más remedio, al comprobar que no tenía escapatoria ni opción de comunicarse con el exterior, de pedir ayuda, asomándose a la ventana.
El colombiano tiró de ella hacia el interior de la habitación y bajó la persiana, para continuar dándole patadas y golpes. La chica se fue a otra ventana del inmueble, y agarrándose al marco, volvió a gritar pidiendo auxilio. Una mujer que se encontraba en el piso contiguo la escuchó. Como posteriormente declaró en el juicio, comentó que había visto los apuros en los que estaba y llamó a la Policía.
Aprovechando que la víctima tenía para ello medio cuerpo fuera, el acusado le propinó un empujón en la espalda. Cayó hacia la calle de cabeza a una altura de seis metros, impactando de costado contra el pavimento. La caída le provocó unas lesiones que asustan: hematomas múltiples en la cara, tumefacción en la pirámide nasal y frontal derecha, fractura de radio distal y multifragmentaria de la muñeca derecha, fractura de rama pélvica, fractura y arrancamiento del escafoides del pie derecho, y fracturas varias en el pie izquierdo. Necesitó de una larga temporada en el hospital y varias intervenciones quirúrgicas.
Las secuelas se contabilizan también en daño estético moderado, muñeca dolorosa, artrosis postraumática de cadera y trastorno depresivo. El acusado, de 22 años, negó los hechos. Sin embargo, el tribunal da por coherente y creíble la versión de la agredida, y dictó sentencia contra su agresor.