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La historia de Santa Librada, la Virgen crucificada de Sevilla

Esta Santa crucificada se puede encontrar en la capital hispalense hasta en tres lugares distintos

Sevilla es una ciudad llena de historia, con sus leyendas, imágenes y cuentos enigmáticos, que históricamente ha atraído a muchos visitantes. Un gran ejemplo de esto es el Cristo del Cachorro, pero hay otro que suele impresionar más a la gente y pocos conocen su historia. Se trata de la Santa Librada, una de las representaciones más increíbles de las mujeres del santoral, cuya figura ocupa un lugar fijo en la Hermandad de Pasión en la Iglesia del Salvador.

Historia

La Santa Librada, también conocida como Santa Wilgefortis, es muy popular en algunos lugares de Europa y América Latina. Su culto surgió alrededor del siglo XV. Nunca fue canonizada oficialmente por la Iglesia, sin embargo, recibía mucha veneración, especialmente de las mujeres.
Se dice que esta mártir originaria de Portugal es el resultado de la combinación de varias historias y leyendas del imaginario popular. Su historia conmocionó mucho a la sociedad del siglo VIII por la crueldad de los acontecimientos.
Cuentan que ella era una nonilliza, la última de nueve hermanas nacidas el mismo día, y que su madre las repudió y las abandonó, entregándoselas así a una esclava cristiana. Esta mujer las bautizó y las puso bajo su cuidado.
El padre de la Santa Librada era el rey de Portugal, y la había prometido a un rey moro de Sicilia. Ella, reacia a casarse y con tal de evitar este matrimonio, le rogó a Dios convertirse en un ser horrible y repulsivo.
A medida que pasaba el tiempo sus uñas se rompía, estaba cada vez más desnutrida y su estado físico empeoraba. Se negaba a comer, por lo que sufría una especie de anorexia nerviosa. Esto ocasionó un desequilibrio hormonal haciendo que le creciera lanugo, una capa de vello y pelo que crece por todo el cuerpo para cubrir la piel cuando hay ausencia de grasa. El pelo comenzó a cubrirle el rostro y por ello en algunas representaciones de la Santa Librada puede apreciarse una barba.
El rey de Sicilia, al ver la fealdad de la joven, rompió el compromiso y su padre, cegado por la ira, la acusó de herejía y fue crucificada. Se convirtió así en la única Virgen crucificada que existe.

Vírgenes crucificadas en Sevilla y en el mundo

La Santa Librada de El Salvador no es la única representación de la virgen crucificada que hay en Sevilla. Existen otras dos, una en la Iglesia de San Nicolás y otra en la Catedral de a la ciudad.
Alrededor del mundo, esta Santa es venerada también. Algunos lugares son Inglaterra, Grecia, Italia y Panamá, donde es conocida como La Moñona y es la patrona de Las Tablas, la capital de la provincia de Los Santos.
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