Sánchez se arroga como faro de los países en desarrollo pese a no cumplir con la promesa del 0,7 %

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha dado su particular baño de masas en la tarde de este domingo en Sevilla, donde ha inaugurado la cumbre del Global Citizen Now, que servirá como pistoletazo de salida a una serie de actos donde el dirigente socialista reafirmará su compromiso «con el desarrollo y el multilateralismo »en el marco de la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo.

Precisamente, la Cumbre de la ONU que se celebra en la capital sevillana a partir de este lunes espera Sánchez que le permita reafirmar su papel de faro y aliado de los países en desarrollo, pese a que España ni tan siquiera cumple con el objetivo de dedicar el 0,7 % del PIB a este fin. Según datos difundidos por la OCDE, nuestro país dedicó el año pasado el 0,25 % a este fin, incumpliendo su propia Ley de Cooperación, que dicta que para 2030 debe haberse alcanzado. La inestabilidad política y su propia debilidad gubernamental, como se trasluce en la ausencia de unos Presupuestos, impide pensar en reducir plazos para lograrlo.

Pese a esta situación, Sánchez, en el arranque del Global Citizen Now, ha querido mandar un mensaje de liderazgo que le permita presentarse como el gran adalid de las naciones en desarrollo y rostro principal de los países donantes. «Debemos escribir la esperanza en mayúscula», ha dicho el presidente, en un acto celebrado en el CaixaFórum.

«Debemos movilizar más y mejores recursos para financiar el desarrollo sostenible», añadía. «Estamos comprometidos con el objetivo del 0,7», aseguraba, en un mensaje vago donde no concretó los pasos que daría su Gobierno para alcanzarlo. Y mostraba su esperanza en que la Conferencia de la ONU que comienza a partir del lunes en Sevilla ayudará a cambiar las cosas, pese a los malos augurios, tal y como ya ha publicado El Debate. «No se trata de otra reunión, estamos en el momento de la verdad en los momentos incluso más oscuros», remataba. «No nos rendimos y no vamos a capitular: sé que no será fácil pero juntos podemos levantarnos».

Impuesto global para las fortunas

En paralelo, otro miembro destacado del Ejecutivo, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, destacaba la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de la ONU como «una ventana internacional» hacia uno de los principales retos globales, «la desigualdad y la pobreza». Montero ha planteado como posible conclusión de la cumbre la creación de «un impuesto global a las grandes fortunas, destinado a reducir las desigualdades y apoyar a las naciones más desfavorecidas».

Así lo ha expuesto en su visita al Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (Fibes), donde se celebrará esta cumbre a partir de este lunes. La vicepresidenta a señalado que el objetivo principal de esta cita es «impulsar una acción bilateral y coordinada que permita a todos los países, y en especial a aquellos con mayores niveles de pobreza o mayores dificultades para integrarse en el desarrollo económico, recibir el respaldo de la comunidad internacional». Un respaldo que, ha subrayado, «debe traducirse en propuestas concretas a lo largo de la cumbre, con el fin de generar condiciones de prosperidad a nivel global, independientemente del lugar de nacimiento de las personas, y teniendo muy presentes los retos comunes».