La acusada durante el juicio
La hija del anciano que murió por un incendio en Ibiza afirma que la acusada «siempre estaba con las cerillas»
Advirtió que la mujer procesada «era peligrosa» y, desde que entró en nuestras vidas, su hermano «intentó quitarse la vida y mi padre fue asesinado»
La hija del anciano que el 3 de agosto de 2023 murió en el incendio de su casa en ses Païsses, en Ibiza, recordó en el juicio que ya advirtió de que la mujer acusada le parecía «peligrosa». La que era pareja de su hermano fue enjuiciada por un delito de asesinato y uno de incendio. La Fiscalía pide prisión permanente revisable para ella, que según la hija de la víctima, «siempre estaba con las cerillas».
«Desde que ella entró en nuestras vidas, mi hermano intentó quitarse la vida y mi padre fue asesinado», afirmó la hija del anciano fallecido, que declaró separada de la acusada por una mampara. Admitió que «al principio no vio nada extraño en ella». Sin embargo, con el paso del tiempo le pareció «peligrosa».
La mujer explicó que la acusada se ofreció a cuidar de la madre enferma de alzhéimer mientras el padre estaba en el hospital, aunque le dijeron que no hacía falta. Más tarde, cuando el hombre mejoró «ella no se iba de ninguna de las maneras». Por otra parte, sostuvo que la acusada tenía una copia de las llaves de la vivienda.
En otro testimonio, relató que unos días antes de los hechos, se produjo un intento de suicidio del hijo de la víctima, con quien mantenía una relación. Al parecer, le había avisado de sus intenciones, siempre según lo que el anciano le habría contado más tarde. Sobre este asunto, el padre le llegó a decir que el día que su hijo intentó quitarse la vida, ella bajó «tranquilamente» de la parte de la vivienda en la que residía su hijo y estuvo más de media hora fumando. «Siempre estaba con las cerillas», añadió.
La hermana declaró que aquel día le dijeron en el hospital que la acusada se había presentado como responsable de familia. Por ese motivo, les estaba pidiendo dinero. Fue entonces cuando decidieron «echarla de casa», aunque sin éxito.
Respecto a la posesión de las llaves de la vivienda, la hija reiteró que «cuando se fue el 11 de julio --el día del intento de suicidio del hijo del anciano-- las llaves que tenía no aparecieron por ningún sitio». Finalmente, lamentó que la vivienda «quedó como si hubiera caído una bomba» tras el incendio.
Durante el juicio también declaró otra mujer en calidad de testigo. Esta explicó que empezó a cuidar de la pareja de ancianos precisamente unos días antes de los hechos y que fue quien logró rescatar a la mujer del incendio en la vivienda. «¿Los abuelos dónde están?», preguntó a los vecinos que ya estaban en la calle en el momento en que ella salió de la vivienda tras despertarse por los ruidos y el humo.
Sobre la noche de los hechos, un vecino contó que sintió «terror» en aquellos momentos.
Señalan a la acusada por otro incendio
La psiquiatra que atendía a la pareja de la procesada también declaró como testigo. Según explicó, un compañero que la trataba en la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Can Misses le comunicó las sospechas sobre la posible implicación de la acusada en un incendio anterior.
Por otra parte, la facultativa asegura que la noche de los hechos, del 2 al 3 de agosto de 2023, el hijo de la víctima y pareja de la acusada estaba presente en la unidad de psiquiatría.
La segunda sesión del juicio con jurado popular se celebró en la Audiencia de Palma contra la mujer acusada de acabar con la vida de un anciano incendiando su casa, y por lo que se enfrenta a prisión permanente revisable.
Se le acusa de un delito de asesinato y de un delito de incendio y la Fiscalía pide que sea condenada a prisión permanente revisable. Según el Ministerio Público, en el momento de los hechos uno de los ancianos era una persona totalmente dependiente, fue incapaz de salir del inmueble y falleció.
