Miquel Nadal, alcalde de Sóller

Miquel Nadal, alcalde de SóllerEl Debate

El alcalde de Mallorca que quiere limitar los juegos en las playas: «Es de sentido común»

Miquel Nadal defiende que la nueva ordenanza municipal fomentará la convivencia y no debe interpretarse como «una prohibición para que dos niños jueguen a las palas»

El alcalde de Sóller, Miquel Nadal (PP), municipio al noroeste de Mallorca, defiende que limitar los juegos en las playas «es de sentido común». La nueva ordenanza que anunció el Ayuntamiento esta semana le ha puesto en el ojo del huracán por prohibir el uso de palas o pelotas siempre que generen molestias. A su juicio, la polémica en torno a la medida ha sobredimensionado un aspecto que, en su opinión, persigue un fin práctico y cotidiano para vecinos y visitantes.

En declaraciones a El Debate, el edil popular explica que el Ayuntamiento ha elaborado por primera vez una ordenanza de playas para poder actuar ante problemas reales. «No teníamos ordenanza de playas, y no podíamos sancionar, por ejemplo, a vendedores ambulantes, que hay muchos», ejemplifica. El año pasado mucha gente vendía fruta o aparecían barcas atracadas en la playa, «sin que pudiéramos hacer nada, por lo que más allá de los juegos, esta ordenanza es realmente importante», lamenta.

El alcalde de este municipio del norte de Mallorca matiza la polémica en torno a la nueva ordenanza que regula los juegos en las playas del municipio: «No debe entenderse como que los niños tienen prohibido jugar a las palas», afirma. El regidor insiste en que se ha sobredimensionado una medida que solo pretende preservar la convivencia y limitar los juegos playeros siempre y cuando generen molestias reales. «Si se monta prácticamente un partido de fútbol en medio de la playa, dando pelotazos, sí que lo consideramos una infracción», subraya, intentando aclarar el verdadero alcance de la norma.

No debe entenderse como que los niños tienen prohibido jugar a las palas

«Al final todos los cambios generan controversia, y que todo se acaba apaciguando», se resigna, recordando que pasó lo mismo con una reciente medida del Ayuntamiento. «Rehabilitamos un antiguo espacio deportivo de atletismo, y ahora hay quejas de que no se puede montar en bici por las pistas, nunca puede quedar todo el mundo contento».

Vivienda para residentes: objetivo nº1

En medio de la polémica generada por la reciente ordenanza municipal que limita algunos juegos en las playas, el alcalde de Sóller se esfuerza en poner el foco en los retos y proyectos que considera esenciales para el futuro del municipio. El principal, generar vivienda pública en un pueblo con grandes dificultades de acceso y precios disparados que tiene grandes dificultades de acceso.

«Ahora mismo es una de las cosas que nos llena de orgullo nuestro plan». Entre los cuatro grandes proyectos en marcha cita el antiguo cine Fantasio, el Hospici, la plaza Teixidors —que dejará de ser un aparcamiento de 100 plazas para convertirse en un espacio habitable con zonas verdes— y el colegio Ses Merlades. En conjunto, estas iniciativas permitirán la creación de 53 nuevas viviendas públicas destinadas a residentes del municipio.

El acceso a estas viviendas públicas en Sóller está sujeto a criterios muy estrictos, pensados especialmente para favorecer a los vecinos del municipio, y en particular a los más jóvenes: «Personas de hasta 35 años que hayan residido en Sóller de manera continua durante 18 años». Paralelamente, el Ayuntamiento ha impulsado la recuperación de una antigua fábrica textil, adquirida por el Consell de Mallorca, que se transformará en el primer museo textil de la isla.

Equilibrio entre turistas y residentes

Sóller vive momentos de saturación ligados al auge del turismo. Llegan muchos ciclistas, así como senderistas, tanto al final como al principio de la temporada. Así, la temporada turística se ha extendido de seis a nueve meses, por lo que «aunque nos gusta el turismo, tenemos que buscar equilibrio entre la gente del pueblo y los visitantes».

Nadal destaca la creación de aparcamientos en suelo rústico que permiten más facilidades para los visitantes. Con los nuevos aparcamientos, «solo están a 10 minutos andando del centro», una medida que está teniendo éxito, tal y como asegura.

El Teatro Defensora Sollerense

Uno de los sueños del alcalde es recuperar el histórico teatro Defensora Sollerense. «Quizás es mi principal deseo para este pueblo», reconoce. Se trata de un espacio mítico para la zona, que desde finales del siglo XIX se convirtió en el principal escenario cultural, «cuando no había cine, ni tele ni nada». Desde 1998, el proyecto está estancado, pero Nadal confía en que podrán resucitar su actividad.

Sóller: una gran historia entre montañas

Para quienes no conocen el municipio, lo resume como un valle entre montañas, a cuatro kilómetros del mar, con un legado agrícola vital para Mallorca, centrado en sus famosas naranjas y una arquitectura modernista fruto de la emigración sollerica a Francia a principios del siglo XX.

Entre los símbolos que definen al pueblo, Nadal destaca el tren de Sóller, convertido en su seña de identidad cultural, y el túnel que permite acceder al municipio bajo las montañas. Antes de su apertura en 1997, llegar a Palma podía llevar entre 30 y 40 minutos, lo que complicaba el comercio local. Sin embargo, la llegada de más visitantes también generó recelos: muchos vecinos temían perder la tranquilidad histórica del pueblo y el incremento de aglomeraciones obligó al Ayuntamiento a gestionar nuevos retos de movilidad y orden público.

El alcalde recuerda que, aunque antaño tanto turistas como vecinos contribuían con pagos que luego se reinvertían en el municipio, hoy el acceso es gratuito, lo que ha multiplicado las visitas y los problemas de aparcamiento. Frente a ello, Nadal insiste en que los proyectos municipales se diseñan pensando en satisfacer las necesidades de los residentes. «Todo lo que hacemos es pensando en ellos».

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