Imagen de una fiesta a bordo de un barco de noche

Imagen de una fiesta a bordo de un barco de nocheistock

Fin a las 'party boat': el Paseo Marítimo de Palma prohíbe las fiestas flotantes

Tras años de quejas vecinales, el Muelle de las Golondrinas queda reservado a embarcaciones de transporte de personas y se prohíben fiestas a bordo

Había noches en que el Paseo Marítimo de Palma parecía haberse transformado en una discoteca flotante. Las party boats —barcos llenos de turistas y altavoces a todo volumen— zarpaban mientras los vecinos contaban desde sus balcones los golpes del bajo rebotando contra el muelle. Tras años de quejas, el Ayuntamiento de Palma, gobernado por el PP, anunció este año su intención de acabar con esas embarcaciones festivas, medida que dependía en parte del visto bueno de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB). Ese plácet acaba de llegar: Puertos ha certificado el final de las fiestas en el mar.

El consejo de administración de la APB decidió este miércoles lanzar un concurso público para adjudicar la gestión de los amarres del Muelle de las Golondrinas. La nueva concesión introduce una novedad clave y consuma la prohibición de las controvertidas party boats. Según las bases de la convocatoria, quedan excluidas expresamente «las empresas que estén en el registro turístico del Consell que les permita organizar fiestas o bailes a bordo».

En la concesión que regirá en pleno Paseo Marítimo sólo se atenderá a embarcaciones de lista segunda, es decir, buques mercantes destinados al transporte de personas. La APB explicó que «auedan expresamente excluidas aquellas incluidas en el registro turístico del Consell que les permita organizar fiestas o bailes a bordo con música, lo que se conoce como party boats».

Una ordenanza cívica

El veto se justifica en el compromiso adquirido con los vecinos del Paseo Marítimo, que habían elevado a la Autoridad Portuaria un creciente número de quejas por ruidos, comportamientos incívicos y molestias derivadas de estas excursiones festivas.

La medida se acompaña de una ordenanza cívica en exposición pública destinada a regular la conducta en las zonas portuarias y prevenir «actos vandálicos, sensación de colapso por aglomeración de personas y mala imagen del puerto y de la ciudad».

El anuncio también cumple con el compromiso adquirido en octubre por el alcalde de Palma, Jaime Martínez, quien aseguró contar con el respaldo de la APB para prohibir estas embarcaciones en el Paseo Marítimo. «Les hemos trasladado la necesidad de prohibirlas. Y se les ha transmitido no solo nuestra voluntad sino también la exigencia», declaró entonces el regidor popular.

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