El Rey recibe a los antiguos expedicionarios de Miguel de la Quadra-Salcedo

Miguel de la Quadra-Salcedo impactó en la vida de miles de jóvenes españoles e hispanoamericanos durante 40 años. Cuando uno le acompañaba en alguna de sus expediciones (Aventura 92, Ruta Quetzal...), volvía diferente y la vida ya nunca volvía a ser igual.

Muchos de aquellos jóvenes se han reunido este fin de semana -ya no tan jóvenes- en el Real Monasterio de Guadalupe para recordar el legado de Miguel de la Quadra-Salcedo (1932-2016). Y este lunes han vuelto al Palacio de La Zarzuela, que era donde terminaban todas las expediciones, para ser recibidos por el Rey.

Don Felipe siempre ha reconocido que sentía «sana envidia» de los jóvenes que participaban en estas expediciones. Y aunque él nunca pudo sumarse a ninguna, compartía con los expedicionarios la admiración y el cariño a Miguel de la Quadra-Salcedo.

La última vez que De la Quadra estuvo en La Zarzuela fue diez meses antes de morir. El periodista y explorador estaba ingresado en el hospital, pero se escapó del centro sanitario para no perderse la audiencia que el Rey había concedido a la expedición de ese año. Llegó en silla de ruedas, pero cuando apareció Don Felipe, sacó fuerzas y se levantó.

—No, no te levantes, Miguel —le decía Don Felipe, sin que el periodista le hiciera caso.

—Me he escapado literalmente del hospital —le respondió De la Quadra, que se mostraba feliz de haber cruzado, una vez más, los límites de la prudencia.

Desde entonces han pasado diez años, pero sigue viva la huella que De la Quadra-Salcedo dejó en miles de españoles e hispanoamericanos, que se sienten hijos espirituales del explorador. Por eso, este fin de semana se han reunido en el I Congreso Internacional «Expedicionarios Miguel de la Quadra-Salcedo», organizado por Sol de la Quadra-Salcedo, hija del periodista, bajo el lema «Gracias Miguel. 40 años Aula Navegante».