Helianthemum Polygonoides en los Saladares de Cordovilla

Helianthemum Polygonoides en los Saladares de CordovillaJosé Ramón Saéz

Crece entre la sal, es única en el mundo y podría desaparecer para siempre: el tesoro botánico de Tobarra

La planta es endémica del Saladar de Cordovilla (Tobarra) y es fruto de una evolución natural de seis millones de años de la que solo se tiene constancia en este pequeño rincón de la provincia albaceteña

El sureste de la Península Ibérica fue hace millones de años el fondo marino del Mediterráneo. Aproximadamente, la costa quedaría perfilada cerca de Chinchilla de Montearagón y la evolución de la deriva continental desarrollada en 1912 por Alfred Wegener, explica la existencia de extrañísimas zonas como la del Saladar de Cordovilla (Tobarra).

Tras una evolución cercana a los seis millones de años, algunas especies de la flora han logrado adaptarse para crecer, florecer y reproducirse en estos suelos salinos. Casi una veintena de especies están protegidas dentro del terreno de los Saladares de Cordovilla, Laguna de Alboraj y Agramón. Entre ellas, destaca un endemismo ibérico único en el planeta Tierra y concretamente presente en el Saladar de Cordovilla. La sal es el veneno de cualquier planta, que no sea una superviviente extrema como la Helianthemum polygonoides, o lo que es lo mismo 'flor del Sol' conocida comúnmente como 'Estrellicas de Cordovilla'.

Estrellicas de Cordovilla (Helianthemum polygonoides)

Flor de la Helianthemum polygonoides

Flor de la Helianthemum polygonoidesGuillermo Saúco

Esta planta ha desarrollado una capacidad de supervivencia semejante a lo que supondría vivir en otro planeta y tiene un peligro de extinción mayor al del lince ibérico. Su capacidad extrema para extraer agua en suelos salinos, como una ósmosis a la inversa, la presenta como un ejemplo de vida en suelos salinos.

La planta en sí misma destaca por su presencia ornamental presentada en sus 20 centímetros de altura con flores amarillas de cinco pétalos. Los racimos pueden agrupar hasta diez flores y su floración se extiende entre mayo y agosto. Tan solo se conoce la población endémica del Saladar de Cordovilla en Tobarra.

Una adaptación al entorno salino desarrollada durante seis millones de años, similar a otras zonas del planeta como las existentes en Utah (Estados Unidos), pero que con tan solo 18.000 años de antigüedad, presenta como imposible el crecimiento de una mera hierba. No destaca como otras grandes especies protegidas, al ser una flor comúnmente confundible con las presentes habitualmente en la zona, pero su extinción supondría la pérdida irremplazable de un fenómeno que puede dar multitud de respuestas en la adaptación al cambio climático.

El Saladar de Cordovilla

Saladar de Cordovilla

Saladar de CordovillaTurismo de Castilla-La Mancha

Este saladar es fruto de una deriva continental de millones de años. El movimiento de las masas continentales responde paso a paso a la evolución registrada que explica el fenómeno de este ecosistema azonal, que en condiciones normales no debería estar ahí.

Para comprenderlo hay que viajar al Paleógeno, hace 65 millones de años. Por entonces, lo que hoy es Albacete marcaba la primera línea de costa, más o menos en la ubicación de Chinchilla. El sureste ibérico se encontraba sumergido en las aguas del Mediterráneo y habrá que esperar a los movimientos tectónicos del Neógeno para comprender la salida a la luz de la tierra.

El Neógeno comprende la etapa desde hace 23 millones de años hasta hace 1,8 millones de años. Este arco resulta clave para comprender lo que es la actual Península. Dentro de esta era y concretamente en el periodo Messiniense (hace seis millones de años), la placa continental africana se mete por debajo de la euroasiática en una deriva que sigue presente en la actualidad.

Al chocar de forma abrupta, se levantó una especie de muro entre el Atlántico y Mediterráneo, dejándolos totalmente separados. De esta manera el agua del océano dejó de mezclarse con la del mar, dando lugar a una crisis salina por el secado del Mediterráneo.

De este modo la tierra queda al descubierto y la crisis salina conforme el agua se va evaporando comienza a depositar los primeros sedimentos, sobre todo en forma de yeso. Conforme avanza la evaporación, las zonas con mayor depresión reciben el depósito de la sal y cerca de esta salina queda una zona de agua con sal que resiste y no termina de secarse. Es el caso de la Laguna de Alboraj cercana al Saladar de Cordovilla o lo que es lo mismo, el fondo marino del Mediterráneo hace seis millones de años.

Laguna de Alboraj

Laguna de AlborajCésar Sánchez Gómez

La Península Ibérica adquiriría su forma actual hace 1,8 millones de años, con la desaparición del muro en el estrecho, que permitió de nuevo la entrada del Atlántico, pero sin inundar todas las zonas que quedaron a la vista en el Messiniense.

El sureste ibérico ganó terreno al mar y tras seis millones de evolución se ha convertido en uno de los puntos rojos de diversidad mundial y a su vez, la Cuenca Mediterránea el lugar con más endemismos del planeta.

Una vez llegados a este punto y con el Saladar de Cordovilla tomando forma, hay que recordar que forma parte de la cuenca del río Mundo, afluente del Segura. Otros saladares acumulan la sal gracias a los ríos que arrastran materiales, en cambio el de Cordovilla tiene sal porque lo de debajo de su suelo ya es propiamente sal por su pasado como fondo marino. Debajo de esta capa de sal se encuentra la roca madre que en este caso es caliza, siendo los suelos muy delgados o húmedos similares al barro.

Protección de las especies, ciencia y problemas acontecidos

Saladar de Cordovilla

Saladar de CordovillaJosé Ramón Saéz

La 'Estrellica de Cordovilla' es completamente endémica del Saladar de Cordovilla y zonas adyacentes. Su rareza y la del resto de la veintena de especies protegidas las acoge dentro de la red Natura 2000 de promoción europea. Además la Laguna de Alboraj y el Saladar de Cordovilla fueron declarados Microrreserva a principios de los años 2000.

Las especies se encuentran protegidas y concretamente la Helianthemum polygonoides está en peligro crítico de extinción.

Se trata de un espacio relativamente desconocido, donde además el clima es semiárido rondando los 40º en verano y con heladas durante el invierno. La existencia de estas especies es prácticamente un milagro fruto de la evolución natural. La vida florece donde cualquier especie moriría y para ello se ha precisado del mismo periodo de evolución que se necesitó para llegar al actual Homo sapiens, alrededor de seis millones de años.

La Zona de Especial Conservación alberga un secreto que podría resultar vital para el desarrollo de la agricultura en el futuro. La mella del cambio climático se siente poco a poco y en el horizonte se prevén problemas de sequías que hagan tambalear los cultivos. Entre las plantas del lugar, se encuentra el albardín, capaz de soportar hasta 59 gramos de sal por litro de agua. Esta especie se halla en Argelia, Italia y zonas del sureste español y actualmente se investiga su capacidad para entender como logra extraer agua de la sal.

De esta manera podrían desarrollarse técnicas que imiten lo que hacen estas plantas de manera natural, arrojando un salvavidas a la agricultura del futuro.

El Jardín Botánico de Albacete trabaja por conservar un espacio a imitación del Saladar de Cordovilla y de ello se encarga, el Doctor en Ciencia e Ingeniería Agraria, Alejandro Santiago González, que ha promulgado una amplia investigación y divulgación acerca de este extraño y a la vez maravilloso lugar.

El propio conservador, presente en la zona en varias ocasiones, resalta la crucial tarea de convencer a la gente de la importancia real que tiene conservar estas especies. Un atisbo de esperanza ante unas sequías cada vez más perseverantes. Porque aquí puede haber una posible solución, que de no conservarse denostaría una evolución de seis millones de años. Por ello, el Jardín Botánico albaceteño trata de concienciar para conservarla y además, cuenta con un banco de semillas para producir las plantas con una esperanza de vida de miles de años.

Proximidades del Saladar de Cordovilla incendiadas (2023)

Proximidades del Saladar de Cordovilla incendiadas (2023)Guardia Civil de Albacete

Aunque parezca mentira, el Saladar de Cordovilla tiene enemigos. El espacio protegido prohíbe cualquier edificación o cultivo en la zona, lo cual no es del gusto de todos los vecinos de la pedanía. La Microrreserva es cuestionada por algunos y en 2023 la Guardia Civil investigó a dos sospechosos de Hellín y la pedanía de Sierra como presuntos autores de un incendio provocado. En la zona también se ha constatado el arrojo de basuras y escombros, de ahí que Santiago González insista en convencer a la gente del tesoro que posee en sus tierras y el beneficio que puede llegar a tener para el conjunto de la humanidad.

Una superviviente extrema, que se abre paso en un fenómeno casi mágico e incompresible entre la sal que un día fue parte del Mediterráneo. Un nuevo camino para aprender del maestro más sabio del mundo: la naturaleza, que termina por abrirse paso. Cortarle las alas sería una desgracia, pues también son las alas para nuestro conocimiento como sociedad.

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