La Universidad de Castilla-La Mancha estudia, entre otros «wokismos», el «fenómeno» Lamine Yamal- Nicki Nicole

No hay universidades privadas en Castilla-La Mancha. La única Universidad que existe en la región es la pública, símbolo académico y podría decirse que orgullo de su Gobierno: la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).

El campus de Cuenca va a ser el anfitrión desde el 25 de septiembre hasta el 16 de octubre de un seminario llamado «Sagita Magma. Seminario-Dopamina de Estética Política y Ontología de la comunicación».

Este seminario financiado con dinero público, por supuesto, llega para hablar de Gaza, el capitalismo o la pobreza, entre otros temas, como el amor, que será la apertura del evento con el título «¿Es el amor revolucionario? Amor, capital y deseo».

Dicen sus directores, los profesores Nacho Escutia y Andrés García Romero, que el objetivo es «abordar cuestiones relativas a la actualidad social, política y ecológica de nuestras sociedades con el fin de aclarar su condición, límites y posibilidades».

En la presentación del curso se pueden leer párrafos tan inefables y también tan reveladores de su esencia adoctrinadora (en la Universidad pública) como el siguiente (es largo y complejo, pero extraordinariamente elocuente):

«Se propone el tratamiento de problemas y cuestiones que, si bien habitualmente no forman parte de los temarios y programas docentes, conforman sin embargo ámbitos de decisión y construcción privilegiados de nuestra realidad social, especialmente aquella que habitan los/as más jóvenes. Entre tales ámbitos y espacios de construcción y transformación del magma social cabe destacar la historia y crítica de los afectos y de nuestras formas de amar, la violencia simbólica y material ejercida estructuralmente contra los cuerpos migrantes, la biopolítica de la invasión de Gaza, los fenómenos de mestizaje y resignificación e hibridación cultural a partir de la globalización (donde se estudia el «fenómeno» Lamine Yamal-Nicki Nicole), la constitución de las subjetividades social y política —a nivel individual y colectivo—, la transformación de los dispositivos de reproducción social a partir de las praxis activistas y feministas y LGTBIq+, la crisis ecosocial y sus consecuencias, las nuevas formas de pobreza y la necesidad de redefinir las ‘necesidades sociales’, la construcción narrativa de la realidad a partir de los productos culturales y las imágenes o las nuevas modalidades de afección y percepción en la era de lo posthumano».

«Magma social», «historia de los afectos», «violencia contra los cuerpos migrantes», «mestizaje y resignificación e hibridación cultural», «las praxis activistas activistas y feministas LGTBIq+», «la era de los posthumano»... Un aquelarre «woke» en toda regla pagado con el dinero de todos y que, atención:

«...aspira a la institución de un espacio de reflexión horizontal y transversal entre investigadoras/es, profesores/as, artistas, estudiantes y sociedad civil capaz de dar lugar mediante su propia existencia y desenvolvimiento a praxis transformadoras y puntos de fuga que promuevan la resignificación, deconstrucción y re/institución de los dispositivos, lenguajes y estructuras mayoritarias a partir de los cuales pensamos y configuramos nuestra realidad social y política».

No acaba ahí el perfil ni el lenguaje del seminario pues en «las sesiones se aunará además el diálogo y el discurso con la imagen, a través de la sinergia con el trabajo de varias artistas audiovisuales, generando así un magma de lenguajes y convergencias afectivas de carácter multiestatrigráfico que aspira a recrear y reinstituir los espacios híbridos, mestizos y multidimensionales que ya, de hecho, habitamos en nuestro día a día», todo lo que, por si faltaba algo, indican que podrá reconocerse en el currículum de los asistentes, a buen seguro encantados con tan extraordinaria formación a cargo del contribuyente.