Conflictos hereditarios
Lo cierto es que el conflicto intergeneracional es parte de la naturaleza humana y por tanto inevitable. La diferencia está en la gestión del mismo y la generosidad y desprendimiento de los intervinientes
Muchos conocerán la parábola del hijo perdido y el hijo fiel: el hijo pródigo (Lucas 15,11-31, Biblia de Jerusalén, ed. Desclee de Brouwer, Bilbao, 1975, p. 1.482). No hemos visto nunca una herencia sin conflicto. El traspaso patrimonial y emocional de generación en generación siempre es de alta tensión. Casi siempre nos posicionamos en favor del hijo fiel, el que siempre estuvo trabajando en el hogar del padre, el que no dilapidó la herencia antes de morir el padre, el que nunca, aparentemente, recibió un cordero para festejar con sus amigos, frente al que gastó sin freno. Sin embargo, la lectura de un magnífico libro, La economía de las parábolas, del sacerdote norteamericano Robert Sirico (ed. Deusto, Barcelona, 2024, pp.157-171), determina otra interpretación, al menos sugerente: la clave de la parábola no está en la diferencia de los hijos entre sí, los dos enfocan su trato con el padre desde una perspectiva materialista: uno por anticipar la recepción del patrimonio y otro por intentar conservarlo para recibirlo en un futuro post mortem del padre. Ambos desde posición monetaria de la relación con el progenitor, frente a la transcendencia del padre de practicar su misericordia con ambos hijos: el padre corre a recibir al pródigo incluso antes de que pida perdón, el hijo ni siquiera termina su confesión; al hijo mayor le dice «todo lo que tengo es tuyo», y al final «porque este mi hijo era muerto, y ha revivido; había perdido, y es hallado. Y comenzaron a alegrarse» (Lucas 15, 22-24).
Lo cierto es que el conflicto intergeneracional es parte de la naturaleza humana y por tanto inevitable. La diferencia está en la gestión del mismo y la generosidad y desprendimiento de los intervinientes.
En el ámbito de la sucesión de la empresa familiar, la correcta y ordenada sucesión intergeneracional es vital para la continuidad de la empresa como tal. La planificación anticipada, la elección del líder de segunda y sucesivas generaciones, y el retiro del fundador o de la generación anterior son esenciales para minimizar los conflictos sucesorios.
De gran valor es siempre, por el legado recibido, la generosidad de la generación anterior y el agradecimiento y buena administración de la siguiente. Recuerdo las palabras de agradecimiento que tuvo Pablo Esteban –cuarta generación de harineros en Valladolid, Emilio Esteban S.A.– durante una charla a los alumnos de 4º grado de ADE de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (Valladolid) refiriéndose a su padre Jesús y a su primo Emilio –a punto ambos del jubileo por edad–, quienes pudiendo repartirse las reservas voluntarias acumuladas en la sociedad después de casi cuarenta años haciendo crecer el negocio familiar, decidieron invertir varios millones en un nuevo silo y en la modernización de las instalaciones, para que la generación siguiente tuviera una empresa más competitiva y eficiente y un pretexto muy atractivo para continuar con el negocio familiar.
No me extraña nada que la familia Esteban recibiera el reconocimiento público de la Asociación de Empresa Familiar de Castilla y León al ser merecedora del XX Premio Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) «Antonio Pérez», por ser la familia fundadora y propietaria de la empresa harinera Emilio Esteban SA, con sede en la localidad vallisoletana de Renedo de Esgueva, en reconocimiento a su relevante papel y aportación al medio rural a través de la captación de talento y la generación de empleo desde hace más de 80 años. En su fallo, el jurado destacó también los exitosos procesos sucesorios llevados a cabo en la compañía desde su fundación en el año 1941 por Emilio Esteban Uvero, y que han permitido garantizar su continuidad hasta la actualidad.
La empresa se encuentra hoy en manos de la tercera y cuarta generación de la familia, miembros de dos ramas familiares que desde los años 60 vienen trabajando unidas para situar a Emilio Esteban S.A. como una empresa líder en su sector. Según informa la asociación EFCL en una nota, la evolución estratégica de la compañía, abriéndose a procesos de transformación en cada etapa de su larga historia y fomentando alianzas en épocas que así lo han requerido, han hecho de Emilio Estaban S.A. una de las harineras más reputadas de Europa hasta el punto de que, en ciertas áreas, es ya uno de los grandes referentes continentales. Con una facturación de 28 millones de euros y una plantilla de 45 trabajadores, la empresa cuenta actualmente con unas instalaciones compuestas de una fábrica de harinas de trigo y otras cuatro líneas de fabricación de distintos cereales y tratamiento térmico de los mismos para consumo humano, con una capacidad de producción de más 70.000 toneladas de grano molido al año.
La harinera, que exporta a Portugal, Francia, Alemania, Polonia y Bélgica, adquiere el 75 % del cereal a productores castellanos y leoneses. En este sentido, el jurado valoró que las sucesivas generaciones hayan mantenido vivo el espíritu emprendedor del fundador, tomando decisiones no exentas de riesgo entre las que se encuentran un novedoso proceso inversor de importante cuantía en el que está inmersa actualmente la compañía y que transformará de manera notable la empresa y su actividad.
Además, la empresa ha puesto en marcha una explotación agrícola experimental en su localidad de origen, y participa en la zaragozana Harinas Polo. Además, es propietaria de una estación de servicio también en Renedo. Aunque la internacionalización en el sector harinero no es sencilla, Emilio Esteban S. A. también ha conseguido abrir su actividad a los mercados exteriores y ya es uno de los proveedores de referencia en doce países europeos como Portugal, Francia, Alemania, Polonia o Bélgica.
El discurso de agradecimiento de Jesús Esteban es brillante y recoge toda una filosofía de valores de la empresa familiar y concordia en la sucesión hereditaria digno de escuchar. Un gran alegato sucesorio.
Antonio-José Sastre Peláez es abogado, mediador familiar y empresario.