Montero engaña a Eurostat y a la Comisión Europea

Todavía no se ha publicado el déficit contable del tercer trimestre que el Ministerio de Hacienda ha enviado a Eurostat para incorporarlo a su web e informar a la Comisión Europea que preside Úrsula von der Leyen, más conocida como «dear Pedro».

Lo que sí sabemos es que María Jesús Montero sacó pecho y se ufanó con los datos que publicó la IGAE sobre el déficit contable de la suma entre la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas, porque le dijo a todo el mundo que entre estas dos administraciones habían dado un déficit de 32.024 millones equivalente a un 1,91 %, pero que habían conseguido reducir el déficit contable en un 10,1 % pero, sobre todo, que el saldo primario se había reducido de 11.615 millones a 5.769 millones, es decir, el déficit sin contar los intereses de la deuda, había bajado un 50,3 %.

Puedo afirmar y afirmo que Montero es una tramposa compulsiva. Aunque ella se crea que engaña a Eurostat y a la Comisión Europea, al menos conmigo no cuela y hoy les voy a mostrar a ustedes cómo la he pillado mintiendo.

El pasado día 2 de diciembre ya anticipaba que había gastos que iban muy por debajo de lo que los créditos definitivos aprobados en Consejo de Ministros había ido aprobando a lo largo del año. Una de las partidas que llamaban mucho la atención era la de los gastos financieros que, teniendo un presupuesto para la Administración General del Estado de 35.865 millones, solo se llevaban contabilizados 23.477 millones, el 65,5 % del año.

Al llevar contabilizado solo esa cantidad y no el 75 %, que es lo mínimo que debería haber llevado, estaba claramente retrasando la contabilización de los intereses, con el objetivo de que el déficit contable y el saldo primario fuesen menores que en el año 2024, favoreciendo el discurso de que España va bien y nuestras finanzas están bajo control. Pero, por desgracia, cuando las facturas se retrasan en contabilizar, pero urge pagarlas, como es el caso de los intereses, no queda otro remedio que aflorar dichas facturas y llevarlas a la Contabilidad Nacional y eso ha pasado en el mes de octubre en que, de pronto, la IGAE ha tenido que contabilizar 10.038 millones más de intereses y la cifra se ha disparado hasta los 33.516 millones, que suponen el 92,8 % del total aprobado para el año.

En este cuadro podemos ver que todavía quedan por gastar 76.009 millones cuando en el mes pasado quedaban 102.334 millones, es decir, que en un solo mes hemos contabilizado 27.549 millones. Esta cifra ha subido fundamentalmente por la contabilización de los gastos financieros.

En el resto de las partidas, a excepción de los gastos de personal, que van en línea, hay un verdadero problema de retraso, o en reconocer el gasto o en ejecutarlo. Así tenemos que los Gastos Corrientes van al 57 %, las Transferencias Corrientes, van casi 1 mes por detrás, las Inversiones Reales y las Transferencias de Capital no llegan ni al 50% y quedan solo 2 meses oficiales por gastar/contabilizar.

En el mes de octubre se han contabilizado 27.549 millones y se ha incrementado el presupuesto de gasto en 1.224 millones.

Sorprende ver que se han reducido el presupuesto de gasto de las Inversiones Reales y de las Transferencias de Capital, pero, sobre todo, lo que más llama la atención es que en un solo mes se hayan contabilizado 10.038 millones en gastos financieros.

Si todos los meses contabilizásemos 27.500 millones, el gasto anual sería de 330.000 millones y si pensamos que entre noviembre y diciembre hay que contabilizar cada mes de media 38.000 millones, es cuando debemos darnos cuenta qué hay un auténtico retraso en la contabilización de gastos y que el déficit contable enviado a Eurostat y a la Comisión Europea es más falso que una moneda de 1.000 euros.

La ministra de Hacienda se ha ganado claramente el apelativo de «trampas» Montero» porque utiliza la Contabilidad Nacional exactamente igual a como se utilizaba en la época de Zapatero. Por eso quiero decirles a PP y Vox desde aquí que mucho cuidado con lo que se pueden encontrar el día que lleguen al poder.

Y si no que se lo pregunten a Rajoy y a Luis de Guindos, que tuvieron que comerse muchos sapos, tuvieron que subir los impuestos, cuando habían prometido lo contrario, tuvieron que rescatar a la mitad de las Cajas de Ahorro y lo hicieron con el dinero de los españoles que tuvimos que pagar los desmanes del socialismo.

Sinceramente, creo que va a volver a pasar y si pasa, que pasará, los españoles tenemos que negarnos a pagar, tenemos que exigir que se baje y desaparezca el gasto ineficiente y no que nos vuelvan a subir los impuestos.