El efecto Calviño en la inflación: 15.000 millones menos en pensiones

Me consta que hay mucha gente que está pensando en cómo denunciar a Nadia Calviño por su «metedura de mano» en el PIB de nuestro país, pero que a muchos se les olvida que Calviño tenía otra obsesión en esos momentos, que era parar, a costa de lo que fuese, la inflación.

Había que crecer más rápido y mucho más de lo que crecíamos y había que parar el IPC, que se había convertido en un grave problema en la sociedad española, que estaba recuperándose de la pandemia y que veía como los precios de los alimentos y de la energía se convertían en impagables y el «pueblo» estaba empezando a soliviantarse por la ineptitud de un gobierno en el tratamiento del covid y que no sabía qué hacer con los precios.

Por ello, Calviño obligó a Rodriguez Poo a irse y colocó a Elena Manzanera al frente el Instituto Nacional de Estadística (INE) para que hiciese lo que la Sra. Calviño deseaba, crecer mucho más y eso fue lo que pasó y bajar los precios como fuese y eso se consiguió.

Hoy voy a mostrar algo que creo que es muy llamativo: como un cambio en la forma de calcular el IPC de la energía ayudó, de forma considerable, a bajar la inflación.

Para ello, lo que voy a mostrar, es lo que pasó con el subgrupo 045 –Electricidad, gas y otros combustibles– desde 2021 hasta 2025 en España, en Alemania y en la Eurozona y van a ver que solo se consiguió bajar los precios a base de cambios en la metodología y, posiblemente, con una cocina adecuada para que saliese lo que la ministra necesitaba. No olvidemos que Manzanera se incorpora al INE en agosto de 2023 y desde entonces no para de mejorar el PIB.

Veamos que nos pasó en España:

Lo primero que debemos observar es que, hasta que llega Manzanera, el precio de la energía en España en 2022 no para de subir y se coloca en agosto con un incremento interanual de 54,3 % y que, asombrosamente, en septiembre sin nada excepcional, baja al 28 %, en octubre al 1,2 % y en noviembre y diciembre se coloca en decrecimiento.

Es cierto que hubo medidas tomadas por el Gobierno, como en septiembre del 2021 en que se bajó el tipo impositivo del Impuesto Especial a la Electricidad del 5,1127 % al 0,5 % y en abril del 2022 se pusieron los 20 céntimos de bonificación de los carburantes.

Estas medidas entraron en vigor y, como se puede ver, fueron tomadas mucho antes y no tuvieron efectos sobre la bajada del IPC de noviembre y diciembre del 2022.

En enero de 2023 se cambió por completo el modo de calcular el IPC de este subíndice y así ven que el índice se queda en 100 a cierre de 2023 cuando en enero de 2021, antes de la guerra de Ucrania, estaba en 106.

El problema está en que, si no cambias todos los años el modelo de cálculo o no haces reformas estructurales, llega un momento en que el efecto «Calviño» desaparece y desde abril de 2024 los precios de este subgrupo no paran de subir, cosa que como veremos no pasa ni en Alemania, ni en la Eurozona.

Veamos Alemania:

Como podemos ver, mientras en Alemania el IPC de este subgrupo en enero de 2021 era de 102,6, ligeramente inferior al español, a cierre de 2022 era de 147,8, mientras que España cierra ese año con un índice de 121,5.

En 2023 Alemania no hace ningún cambio especial en el modo de calcular el IPC y el índice llega en septiembre al 163,3 y empieza a bajar lentamente hasta el 157 al cierre de 2023, es decir, la energía ha subido para los alemanes un 53 %, mientras que para los españoles ha bajado un 5,7 %.

Ahora resulta que los rubios con ojos azules somos los españoles, gracias a Calviño y Manzanera.

Pero en Alemania los precios energéticos en 2024 y 2025, bajan muy lentamente, pero bajan, mientras que el efecto rebote de nuestras estadísticas y sobre todo que la pifiamos con las renovables en abril del 2025 y desde entonces se nos ha ido de las manos los precios de este subgrupo tan importante.

Pero para demostrar que tengo razón y que Alemania no es una isla, veamos que ha pasado de media en la Eurozona:

Resulta que ha pasado casi lo mismo que en Alemania. En enero el índice era de 104 en la Eurozona, ligeramente inferior a España y se cierra el 2022 con un índice del 174,9 y en 2023 el índice baja hasta los 154, pero resulta que la energía con respecto a enero de 2021 se ha encarecido un 48 %, algo menos que Alemania y recordemos que en España había bajado un 5,7 %.

Esto es el efecto Calviño en la inflación, consiguió que el INE se saliese de frenada, consiguiese bajar el IPC de la energía cuando todo Europa estaba en plena subida, pero hay algo que no debemos olvidar y es el efecto: permitió «robar» a los pensionistas tres puntos de subida en 2024, que se hubiesen mantenido fijos en el tiempo y serían la base de cálculo para la subida de las pensiones en 2025, 2026 y así ad infinitum.

Lo que Nadia Calviño y su efecto para el IPC ha supuesto un ahorro en 2024 de 5.100 millones y en 2025 de 5.250 millones y en 2026, más o menos, supondrá un ahorro de 5.400 millones.

El efecto Calviño le ha permitido ahorrar, a costa de los pensionistas nada más y nada menos que 15.700 millones de euros que en definitiva se han «robado» a los pensionistas.

Si alguien entre los sindicatos de los empleados públicos tiene interés, yo les ayudo a reclamar lo que les han quitado también a los empleados públicos.