Dos muertos, un clan merchero y la mayor incautación de coca: los orígenes del caso del jefe antidroga de Valladolid

Los nuevos detalles sobre el caso del jefe de Estupefacientes detenido en Valladolid la semana pasada por tráfico de drogas dejan entrever una trama muy compleja protagonizada, además de por el alto cargo de la Policía Nacional, por un macro clan merchero, un grupo de dominicanos y un rehén en un atrincheramiento que se saldó con dos muertos, uno de ellos un teniente coronel de la Guardia Civil. Todo ello con el trasfondo de la mayor operación contra el tráfico de cocaína en Castilla y León, en la que la Policía Nacional incautó una jugosa cantidad de droga que acabó donde no debía.

Este domingo, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Valladolid decretaba el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, del jefe del Grupo III de Estupefacientes de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Valladolid, Luis Fernández Rafael, quien había sido apresado junto a otras seis personas de las que una ya fue puesta en libertad. Se trata de cuatro dominicanos –dos hombres y dos mujeres– y un español.

Fernández, que llevaba cinco años en el cargo y está casado con la dirigente política Marta Sanz –ex de Ciudadanos y actualmente en el PP–, fue trasladado junto con el resto de apresados a la prisión de Villanubla, muy cerca de la capital del Pisuerga. El detenido nacional es Iván V.S., un joven que se vio inmerso en un grave suceso en 2022, cuando fue rehén de Pablo Antonio Santamaría, conocido como el 'Chiqui', un toxicómano que mató a dos personas en Santovenia de Pisuerga.

Por un asunto de 'cuernos', el 'Chiqui' acabó descerrajándole un escopetazo en el estómago a un hombre, quien murió en el acto, y retuvo en su domicilio a los dos novios de sus hijas. El hombre llamó al 112 porque le había pegado un machetazo en la mano a uno de los rehenes y éste se iba a desangrar, según la surrealista conversación desvelada por El Debate. Tras una negociación con la Guardia Civil, en la que pidió heroína, acabó disparando por la puerta y la bala alcanzó en la cabeza al teniente coronel del Instituto Armado Pedro Alfonso Casado, a quien el casco que se acababa de poner no le salvó la vida.

Un suceso del que trasluce el ambiente de quienes operaban en la trama del jefe antidroga de Valladolid. Es por ello que el alto cargo policial será trasladado a otro centro penitenciario por seguridad, al poder coincidir con reclusos contra los que haya actuado en el pasado en su labor policial, además del resto de miembros de la red delictiva. Al inspector ya se le ha abierto un expediente disciplinario que conllevará la suspensión de empleo y sueldo hasta que haya una sentencia judicial.

La droga de los mercheros

Durante su comparecencia ante la jueza, Fernández se ha acogido a su derecho de no declarar, mientras que los cuatro dominicanos han incriminado tanto al policía como al rehén del 'Chiqui'. La operación de Asuntos Internos se saldó con la incautación de 40 kilos de cocaína guardada en maletas y que se encontraba en los domicilios registrados por los agentes en Valladolid, Renedo y Arroyo de la Encomienda, donde Fernández vivía con la dirigente política 'popular', de la que el jefe Superior de la Policía Nacional en Castilla y León, Juan Carlos Hernández Muñoz, señalaba hace unos días que creía que no sabía nada de lo que, presuntamente, hacía su marido.

En su vivienda familiar no se ha encontrado droga alguna, si bien los investigadores le han intervenido a Fernández más de 100.000 euros que tenía guardados en una caja de seguridad en la oficina de BBVA de la calle Duque de la Victoria de Valladolid. Un dinero que podría venir de quedarse con parte de los alijos de droga incautados en diversas operaciones. Como informa Europa Press, la sustancia aprehendida coincide con la incautada en la operación 'Churruca', que inició la Policía Nacional el pasado mayo y que culminó en junio, con un total de 27 detenidos.

La cantidad de cocaína requisada fue de 71 kilos de gran pureza que le pertenecían a un clan merchero, en lo que supuso la mayor incautación por parte de la Policía de un alijo de cocaína en Castilla y León, y, al parecer, una parte sustancial se la quedó la trama encabezada por el jefe de Estupefacientes, quien comandó la operación junto con la Unidad de Vigilancia Aduanera. El grueso del clan fue apresado en Valladolid y el resto, semanas después, en Salamanca, adonde habían huido. Los GEO de la Policía Nacional intervinieron en un chalet de Calvarrasa de Arriba, donde se escondían los cabecillas.