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26 de abril de 2024

Gabriel Rufián, en el Congreso

Gabriel Rufián, en el CongresoEuropa Press

El laberinto catalán

Gabriel Rufián cae en desgracia y abandonará el Congreso en mayo de 2023

Se le asocia a una figura poco hábil como negociador y desgastado, debido a que ha sido la cara de la concertación y el diálogo con el Gobierno de coalición del PSOE y Podemos

Gabriel Rufián recibía el pasado miércoles el premio al mejor parlamentario otorgado por la Asociación de Periodistas Parlamentarios. Al día siguiente, por la mañana, este lo celebró llamando «tarado» a Carles Puigdemont en una entrevista en TV3. En ella, Rufián afirmó que «tarado no es el que se equivoca poniendo un tuit, sino el que proclama la independencia».
Aunque el periodista de la televisión autonómica catalana, consciente de la tormenta que se avecinaba, le dio pie a Rufián a explicarse, este dio la entrevista por finalizada. A los pocos minutos, tras una llamada explícita del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, Rufián volvía a convocar a la prensa en los pasillos del Congreso para emular al Rey Juan Carlos, y decir eso de: «Ha sido un error, no volverá a suceder más». Su disculpa no sirvió de nada, al instante todo el mundo político independentista se abalanzó sobre el aún portavoz parlamentario de ERC. Desde el entorno de Rufián se filtró a algunos medios como excusa que el portavoz parlamentario de ERC se había acostado muy tarde debido a la cena de la Asociación de Periodistas Parlamentarios.
Pilar Rahola, portavoz oficiosa de los intereses de Puigdemont, llamó a Rufián «bocazas». El diputado de JuntsxCat Salvador Vergés calificó de «asqueroso» a Rufián. Francesc de Dalmases, colaborador íntimo de Laura Borràs, nueva líder de Junts per Catalunya, calificó a Rufián de «bufón indigno y repugnante». El vicepresidente del Gobierno catalán, Jordi Puigneró, exigió su cese como portavoz parlamentario de ERC, y Dolors Feliu, presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), puso en duda el independentismo de Rufián. Desde su propio partido no ahorraron críticas y el colectivo 1 de octubre, sector crítico de ERC, encabezado por el diputado autonómico Rubén Wagensberg, se sumó a la petición de dimisión realizada por Puigneró. Tal fue la situación que Aragonès tuvo que salir en defensa de Rufián y reafirmar su confianza en él en un gesto que sonó a la típica ratificación de un entrenador que hace la directiva de un club de fútbol antes del cese del míster.

Problemas constantes con el independentismo

No es la primera vez que Rufián choca con el mundo independentista, el 19 de octubre de 2019 tuvo que salir casi a la carrera de una manifestación convocada por los CDR y la CUP contra la sentencia del Tribunal Supremo condenatoria de los políticos independentistas por haber malversado caudales públicos y haber cometido un delito de sedición. Mientras Rufián volvía sobre sus pasos retumbaban en sus oídos los gritos de: «ñordo» –insulto con el que los independentistas se refieren a los catalanes no independentistas–, «charnego» y otras lindezas.
Hace pocas semanas Rufián tuvo que disculparse, también con Puigdemont, al llamarle «James Bond de pacotilla» en relación a las relaciones del expresidente prófugo con el entorno del Kremlin.
En aquel momento fue cuando se filtró a los medios, por primera vez, que ERC pensaba en sustituir a Rufián al frente del Grupo parlamentario de ERC en el Congreso para mandarlo, como premio de consolación, de candidato a la alcaldía de Santa Coloma de Gramanet, su pueblo natal y plaza de imposible conquista por parte de ERC donde el PSC ostenta una mayoría absolutísima e incontestable.

La falta de sustituto retrasa el relevo

Desde ERC se han planteado en diversas ocasiones la sustitución de Rufián y desde Moncloa se reconoce que muchas negociaciones con ERC se hacen a través del exportavoz republicano en el congreso Joan Tardà o directamente con presidencia de la Generalitat catalana. Pero la falta de un recambio claro ha frenado tomar una decisión drástica. Entre los trece diputados republicanos solo Montse Bassa, hermana de la exconsellera también condenada en el juicio del procés, podría asumir ese papel.
El exdiputado de ERC, Joan Tardà, y el portavoz de la formación en el Congreso

El exdiputado de ERC Joan Tardà y el portavoz de la formación en el CongresoGTRES

Rufián, sentenciado

En todo caso, desde ERC se da por descontado que Gabriel Rufián no repetirá como cabeza de cartel de ERC al Congreso en las elecciones generales de finales de 2023, dado que se le asocia a una figura poco hábil como negociador y desgastado, debido a que ha sido la cara de la concertación y el diálogo con el Gobierno de coalición del PSOE y Podemos, y desde ERC se cree que su figura «excesivamente autonomista» favorecería las expectativas electorales de Junts y la CUP. De hecho, en las redes sociales los perfiles más hiperventilados del independentismo atacan de forma creciente a Rufián por ser hispanoparlante de nacimiento y poniendo en duda sus credenciales de «independentista de pata negra». ERC a medida que se acerque el período electoral de 2023 incrementará su hostilidad hacia el PSOE, y quien ha personificado el acuerdo es visto ya como una figura amortizada.
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