
El exconsejero de Interior de Cataluña Miquel Buch, en 2019
Cataluña
El exconsejero catalán de Interior niega ante el juez que contratase a un mosso como escolta de Puigdemont
El agente Lluís Escolà dice que acompañó al expresidente de la Generalitat a Bélgica cuando estaba de vacaciones y que fue «un honor»
El exconsejero de Interior, Miquel Buch, ha negado que contratara a un mosso de Esquadra, Lluís Escolà, como asesor, para que hiciera las labores de escolta del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, aunque de forma encubierta. Así lo ha dicho durante su declaración este jueves en la Audiencia de Barcelona, donde se ha celebrado el juicio contra él y contra Escolà acusados de los delitos de malversación agravada y prevaricación. En el caso del agente en calidad de cooperador necesario. La fiscalía pide para el exconsejero seis años de cárcel y 27 de inhabilitación y para Escolà, cuatro años y medio de prisión y 23 de inhabilitación.
Buch ha dejado claro que «en ningún caso» el nombramiento de Lluís Escolà tenía como objetivo dar seguridad al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, una vez huido a Bélgica, y ya cesado en virtud del artículo 155 de la Constitución. Durante su declaración ha explicado que “puedo decir rotundamente que no, nunca con el presidente Puigdemont hablamos del servicio de escoltas. En todo caso hablamos de la constitución de la oficina de expresidente, pero nunca hablamos del servicio de escoltas", ha precisado a preguntas del fiscal, Pedro Ariche.
También ha explicado que el sargento Escolà le asesoró entre agosto de 2018 y marzo de 2019 aunque fuera a distancia. De hecho, la única condición que le puso es que tuviera disponibilidad absoluta para él y sobre todo para «el país». En definitiva, no le importaba desde dónde trabajara.
Los informes de Escolà
Y sobre los informes que elaboraba esta agente en calidad de asesor, Buch ha dicho que para él no se trataban de informes como tal, sino de «anotaciones» que utilizaba para hacer sus discursos. Unos informes, que según explicó el exjefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos, Toni Rodríguez, eran el único rastro de Escolà como asesor, además de considerar que tenían «poca calidad».Por otro lado, el agente de los Mossos, Lluís Escolà, que sólo ha respondido a las preguntas de su abogada, ha reconocido que acompañó a Puigdemont a Bélgica, pero que lo hizo estando de vacaciones. Ha asegurado que fue el expresidente de la Generalitat quien se lo pidió, «y para mi es un honor», ha añadido Escolà. También ha dicho que trabajó como asesor del exconsejero de Interior, Miquel Buch, y ha dejado claro que no pudo hacer de escolta de Puigdemont porque no tenía ni las condiciones físicas, ni el material necesario para hacerlo.
La fiscalía duda de la finalidad del nombramiento
El fiscal Pedro Ariche ha defendido que Escolà ejercía efectivamente como escolta de Puigdemont. Asegura que no consta ningún teléfono móvil del agente como asesor de seguridad de Interior, y que no tenía citas ni actividad constatable. Y, en cambio, sí hay muchas fotografías de Escolà con Puigdemont, y no sólo en Bélgica, puesto que también le acompañó en otros desplazamientos. Para Ariche la contratación de este sargento de los Mossos fue formalmente corrrecta, pero el hecho que «sobrepasa la legalidad es la finalidad última», que no es otra que hacer labores de escolta al expresidente de la Generalitat.