José Luis Rodríguez Zapatero (c), el presidente de la Generalitat, José Montilla,iz, y la cabeza de lista al Congreso por Barcelona, Carme Chacón
Sánchez, desesperado: Batet no alcanza en Cataluña el resultado de Carme Chacón en 2008
La distancia entre el PSC y el PP fue abismal por aquel entonces con 17 escaños. Sin embargo, ahora podría ser de «solo» 10, un número de diputados que en esta ocasión el PP sí podría amortizar
Elecciones generales de 2008, Rodríguez Zapatero consigue la reelección con 169 escaños frente a los 154 del Partido Popular. Quince escaños separaron a Rajoy de la victoria y la clave fue Cataluña, donde Carme Chacón obtuvo 25 escaños para el PSC frente a los 8 del PP, una diferencia de 17 diputados entre las cuatro provincias catalanas que a la postre resulto irremontable para Rajoy a pesar de sus victorias en Madrid o Valencia y sus buenos resultados en Andalucía.
Ahora, a una semana del 23-J Pedro Sánchez sueña con emular a ZP, su activista más entusiasta de esta difícil campaña para el aún presidente del gobierno y su candidata por Barcelona, la Presidenta del Congreso y tercera autoridad del Estado, la polémica por sectaria Meritxell Batet hace un llamamiento a los catalanes para que «el PSC arrase y evite un retroceso histórico de derechos y libertades».
Sin duda, Cataluña es la única Comunidad Autónoma donde Sánchez tiene garantizada la victoria el próximo domingo. La lista de Barcelona, con Batet secundada por los ministros de cultura y transportes, Miquel Iceta y Raquel Sánchez, es un uno fijo en la quiniela de la victoria y el crecimiento de los socialistas, en especial en Tarragona, pero también en Gerona les permitirá desbancar a ERC como primera fuerza catalana en el Congreso pasando de sus actuales 12 escaños entre las cuatro provincias a 16 o 17. Los socialistas se nutrirán del voto útil, desde la perspectiva de la izquierda, que les llegará de sus aliados de ERC y Comunes-Sumar que experimentarán importantes retrocesos.
Los de Rufián cederán la parte alta del cajón a los socialistas y por los otros dos lugares en el podio hay una lucha cerrada entre ERC, Junts y el PP que capta la mayoría de los votantes que tuvo Inés Arrimadas en 2019 y sueña, incluso, con alzarse con la segunda plaza pasando de sus 2 diputados actuales a entre 7 y 8 escaños. Los populares para facilitar el tránsito desde Cs a sus filas ha designado cabeza de lista por Barcelona al ex portavoz de Cs en el parlamento catalán Nacho Martín Blanco.
La victoria socialista en Cataluña, a diferencia de lo que le sucedió a Rodríguez Zapatero, puede ser insuficiente para Sánchez, dado que en 2008 la distancia entre el PSC y el PP fue abismal, 17 escaños, y ahora podría ser de «solo» 10, un número de diputados que en esta ocasión el PP sí podría amortizar con contundentes victorias en la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid, Castilla-León e incluso Andalucía.
Además, a diferencia de otros lugares de España, donde el crecimiento del PP implica un retroceso de Vox las encuestas, ni tan siquiera el Tezanazo, prevén que eso suceda en Cataluña, antes al contrario, el PP recortaría diferencias con el PSC y Vox conservaría sus dos diputados por Barcelona y aspira a obtener uno por la circunscripción de Tarragona.
Los grandes damnificados del crecimiento del PSC son ERC y los Comunes, que en 2016 llegaron a ganar las elecciones en la provincia de Barcelona y ahora temen retroceder de sus 7 escaños actuales 4 o 5, un resultado que constataría la perdida de fuelle electoral del tándem Colau-Yolanda Díaz como ya se puso de manifiesto en las municipales del pasado 28M cuando Colau fracaso en su intento de retener la alcaldía de Barcelona. Jaume Asens, que ha presidido el grupo parlamentario de Unidas Podemos durante la legislatura abruptamente finiquitada por Sánchez renunció a volver a encabezar la candidatura de los Comunes por Barcelona y Colau tuvo que improvisar una candidata desconocida para el gran público, Aina Vidal, lo cual lastra aún más sus posibilidades electorales.
Qué peso pierde el separatismo
Una de las claves de la noche electoral del domingo 23 de julio en Cataluña es saber qué peso pierde el separatismo y qué partido independentista obtiene más escaños. ERC, que concurre en coalición con Bildu al senado, teme perder el liderazgo en el congreso, donde hasta ahora tenía 13 escaños a manos de Junts, que aspira a que conservando sus 8 diputados sea suficiente para volver a ser la primera fuerza nacionalista catalana en la Carrera de San Jerónimo.
Miriam Noguera, la diputada que saltó a la fama por apartar una bandera nacional antes de dar una rueda de prensa en el Congreso, encabeza la lista postconvergente por imposición de Puigdemont quien apartó a Jaume Giro, el exconsejero de economía y ex directivo de CaixaBank, que soñaba con ser el nuevo Duran i Lleida. Noguera ha encontrado un correoso adversario en Roger Muntañola, candidato del PDECAT, rebautizado en esta ocasión como Espai CiU apelando así de forma directa a todos los nostálgicos del pujolismo. Muntañola no obtendrá escaño alguno, pero los miles de votos que apoyen su candidatura perjudicarán a Junts. En el mundo independentista, la otra gran incógnita es si la ultraizquierdista CUP retendrá sus dos diputados por Barcelona o incluso logrará uno por Gerona, donde acaba de obtener la alcaldía de la capital y las encuestas indican que se juega el escaño con el PP encabezado por una Concepció Veray que está recorriendo toda la provincia de Gerona, la más difícil de España para los populares junto a Guipúzcoa. Veray sabe que cuando el PP obtiene escaño en Gerona el Partido Popular accede a la Moncloa y está empecinada en que las elecciones del día 23 no sean una excepción.
Comentarios
