El pasado sábado, la Policía Nacional intervino un dispositivo mediante el cual los autodenominados como Comités en Defensa de la República (CDR) pretendían lanzar aceite de motor a la carretera al paso de la Vuelta ciclista a España. Este suceso se suma a la larga lista de acciones violentas que estos grupos han realizado desde la celebración del referéndum ilegal de Cataluña el 1 de octubre de 2017. Los participantes se organizan a través de grupos de mensajería instantánea donde se comparten manuales de acción, convocatorias e, incluso, se llegó a informar de los puntos donde se situaban las patrullas de Policía y Guardia Civil durante los actos violentos que se sucedieron tras el 1-O.
El punto álgido de la actuación de los CDR se sitúa en las protestas convocadas tras la sentencia del procés a finales del año 2019. Los enfrentamientos fueron de tal gravedad que casi medio centenar de agentes resultaron heridos, además de las múltiples pérdidas en mobiliario urbano y el descenso del turismo que provocó en Barcelona.
Lejos de tratarse de meros manifestantes, los CDR contaban con apoyo institucional y con un método organizado de actuación. En sus grupos privados se repartían manuales de actuación en los que se recomendaba «llevar ropa neutra, ropa de recambio y la cara tapada» para acudir a las protestas que provocaron múltiples incendios en la Ciudad Condal. Con estos consejos se pretendía dificultar la labor de los Mossos D'Esquadra para identificar a los participantes. Además, la Guardia Civil llegó a intervenir otros manuales en los que se detallaban las instrucciones para preparar explosivos. Las acciones más violentas se llevaron a cabo por una facción de los CDR denominada Equipo de Respuesta Técnica (ERT).
Estos grupos contaban y cuentan con el apoyo público de los partidos separatistas. En octubre de 2018, el que era presidente de la Generalitat, Quim Torra, se dirigió a los CDR pidiéndoles que continuasen «apretando» con el ya famoso «Apreteu, apreteu». En la actualidad, y tras el intento de boicot de la Vuelta ciclista ha sido el presidente y la secretaria general de ERC, Oriol Junqueras y Marta Rovira, los que pidieron la libertad para los cuatro detenidos criticando a la Policía de actuar «contra las libertades fundamentales y los derechos humanos».
La actuación policial también motivó la reacción inmediata de la presidenta y el secretario general de Junts, Laura Borràs y Jordi Turull, que pidieron en redes sociales la libertad para los arrestados en lo que calificaron como «detenciones preventivas propias de regímenes autoritarios y caducos».
Las protestas violentas acontecidas en octubre de 2019, tras la sentencia del procés dejaron ver la 'profesionalización' de las técnicas usadas por los CDR.
A cierta hora, cuando empezaba a anochecer y muchos de los manifestantes desaparecían, los Comités se dividían en varios grupos con la intención de perfeccionar el ataque a los agentes. Muchas de las aceras de Barcelona quedaron sin adoquines arrancados de manera rápida y eficaz por los CDR que trasladaban el material a otros para que estos fuesen los encargados de lanzarlos. Además de adoquines se lanzaron todo tipo de objetos con peso como tuercas soldadas que alcanzaban a los policías llegando, incluso, a dañar sus cascos.
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