
Recreación de un submarino de la clase S-80 que yace hundido en el lecho marino
Defensa | «Cartago 25» Ejercicio al límite: la Armada lucha contrarreloj para localizar un submarino S-80 desaparecido
La desaparición de un submarino español de la clase S-80 durante una misión rutinaria desata una angustiosa carrera contrarreloj por parte de la Armada. El contacto se perdió sin previo aviso. Con la incertidumbre sobre el paradero de la tripulación y los posibles fallos técnicos, se activan los protocolos de emergencia. La operación de rescate moviliza medios navales, aéreos y terrestres, tanto militares como civiles. Equipos especializados comienzan la búsqueda bajo la superficie, mientras en tierra, familiares desesperados exigen respuestas. La presión mediática crece exponencialmente, alimentada por rumores y filtraciones. Cada minuto cuenta: los márgenes de supervivencia bajo el mar son estrechos. En paralelo, equipos médicos y psicológicos se movilizan para asistir a los allegados. El submarino es finalmente localizado en el fondo marino, entre una mezcla de esperanza y temor.
En el interior del submarino S-80, los más avanzados de la Armada española, existe un rígido protocolo que hay que seguir obligatoriamente. En caso de hundimiento, se informa por megafonía a dónde acudir: a proa o a popa, en función de dónde se encuentre la entrada de agua. Si el submarino se queda en el fondo del mar, dispone de determinados sistemas de SOS para ayudar a su localización. Hay una zona intermedia llamada cofferdam, con elementos de rescate y salvamento como comida, agua y unos trajes especiales para intentar salir llegado el momento. Pero lo normal es esperar a que llegue el equipo de rescate, con la misión de acoplarse al submarino e intentar sacar a las personas atrapadas.
El incidente activa todos los protocolos: búsqueda subacuática, movilización de unidades aéreas y navales, asistencia médica, atención psicológica a las familias y gestión de la presión mediática. El tiempo es el mayor enemigo. El objetivo: «actuar de forma coordinada y rápida para el rescate de los miembros del submarino siniestrado».

El submarino S-81 Isaac Peral de la Armada española, en plena navegación
Esta situación, aunque ficticia, forma parte del simulacro ‘Cartago 25’, un ejercicio de comunicación de crisis y rescate submarino organizado por la Armada Española y la Universidad Católica de Murcia. Con un realismo máximo, se busca preparar a profesionales civiles y militares ante el peor de los escenarios posibles: la pérdida de un submarino y la angustia colectiva que desencadena.
La fase teórica del ejercicio se realiza estos días en la base naval militar de Cartagena, sede de la Flota de Submarinos, y la fase en vivo, la práctica, se llevará a cabo en septiembre.
Como subraya el Ministerio de Defensa, el papel de la logística y la coordinación de los medios aéreos, navales, militares y civiles, es esencial en este tipo de operaciones de rescate tan complejas, donde el tiempo juega a la contra. El ejercicio teórico que se practica estos días busca engrasar el operativo y que todos sepan lo que tienen que hacer sin demoras.
Este año el Arma Submarina cumple 110 años, más de un siglo dedicada a la defensa y protección de España bajo la superficie. Para que sus dotaciones mantengan un alto nivel de adiestramiento se realiza anualmente este ejercicio de rescate de un supuesto submarino de la moderna serie S-80. Los vehículos no tripulados, drones, y en general medios de alta tecnología, participan cada vez más en una de las operaciones más complejas a las que se puede enfrentar una Armada.