Pere Aragonès y Carles Puigdemont

Pere Aragonès y Carles PuigdemontEFE

Elecciones Cataluña 2024

Así ha variado el voto independentista desde 1992 hasta hoy

Tras las elecciones autonómicas celebradas este domingo 12 de mayo, el PSC de Salvador Illa se ha convertido en el partido más votado

Este domingo, 12 de mayo, más de cinco millones de catalanes han podido ejercer su derecho al voto y elegir a los representantes de su Parlamento para los próximos cuatro años. Las encuestas no se equivocaban y el PSC de Salvador Illa se ha convertido en la fuerza más votada, con el 27,94 % de los votos y 42 escaños. Junts, el partido del prófugo Puigdemont, se ha convertido en la segunda fuerza más votada, superando al partido del actual presidente catalán, Pere Aragonès, al conseguir el 21,64 % de los votos y 35 asientos. ERC ha logrado apenas 20 escaños y el 13,68 % de los votos.

Por su parte, la derecha ha logrado unos grandes resultados. El PP de Alejandro Fernández ha conseguido 15 diputados, 12 más que en los últimos comicios. Vox se mantiene con 11 asientos, mientras que Cs desaparece finalmente.

El voto independentista en Cataluña

El voto independentista en Cataluña ha sido un fenómeno fluctuante que refleja las tensiones y cambios en la sociedad catalana en la historia reciente. Desde 1992, la proporción del voto a partidos independentistas (ERC, la CUP, Junts con sus distintas denominaciones...) ha experimentado tanto incrementos como disminuciones en respuesta a diversos factores políticos, económicos y sociales.

En 1992, el apoyo a los partidos independentistas alcanzó el 54,15 %, una cifra considerable que reflejó en su momento un fuerte sentimiento nacionalista en un periodo de gran desarrollo autonómico en España. Sin embargo, hacia 1995, este apoyo descendió ligeramente al 50,44 % y continuó bajando hasta 1999, cuando los partidos no independentistas (PSC, Vox, PP, Cs, y varias coaliciones de izquierdas) superaron a los independentistas, alcanzando el 49,87 % del voto.

Este patrón de descenso se mantuvo hasta 2003, mostrando una Cataluña dividida casi por igual entre independentistas y constitucionalistas. Los años siguientes hasta 2006 marcaron un período de estancamiento para el movimiento independentista, que no lograba superar el umbral del 50 % del apoyo electoral.

Sin embargo, el año 2010 representó un punto de inflexión significativo con un resurgimiento del independentismo, alcanzando el 54,09 % de los votos. En 2012, aunque hubo un ligero retroceso al 47,87 %, los partidos independentistas mantuvieron un apoyo considerable.

Entre 2015 y 2017, el apoyo a los partidos independentistas fluctuó alrededor del 47,5 %, un período marcado por intentos significativos de avance hacia la independencia, incluyendo el referéndum unilateral de 2017. Este período fue especialmente turbulento, caracterizado por una gran movilización tanto a favor como en contra de la independencia.

En 2021, los independentistas vieron otro incremento, alcanzando el 50,77 % de los votos, reflejando un renovado ímpetu que coincidió con un contexto político de tensiones y negociaciones continuas entre Cataluña y el gobierno español. Sin embargo, este 2024, el apoyo al independentismo ha experimentado una caída significativa hasta el 43,20 %, mientras que los partidos no independentistas han subido al 56,8 %, marcando un cambio drástico y posiblemente indicando un cambio en la opinión pública hacia una preferencia por la estabilidad, en lugar de la incertidumbre política y económica que podría acarrear un proceso de independencia.

Esta trayectoria del voto independentista en Cataluña demuestra cómo este ha sido un reflejo de las complejidades y los cambios en el panorama político de la región, influido por factores internos de Cataluña y por el contexto político y económico más amplio de España y Europa.

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