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Educación
Los profesores plantearán batalla para que Educación no fusione las asignaturas de ciencias en el bachillerato
Amenazan con no corregir los exámenes de las Pruebas de Acceso a la Universidad
Sigue la guerra entre los docentes y la consejería de Educación por los cambios en el bachillerato que implican la fusión de las materias de ciencias y que solo se incluya dos horas de lengua castellana y otras dos de catalán. Desde el Departamento justifican estos cambios porque había que ajustarse a la normativa estatal. Y desde el Ministerio ya habían advertido que, de no ser así, no se podrían convalidar los títulos de bachillerato de los alumnos catalanes. También aseguran que no se perderán horas ni conocimientos mínimos.
Pero hay profesores que aseguran que van a plantear batalla hasta el final. Y advierten que no van a corregir exámenes de las Pruebas de Acceso a la Universidad si no se introducen algunos cambios. Desde la Plataforma Ciencias en Peligro acusan a la consejería de pasividad, de no haberse movido «ni un solo milímetro», a pesar de las propuestas que se le han puesto encima de la mesa, y a pesar del «amplio consenso social y científico» con el que cuenta, aseguran, esta medida.
¿Cómo va a quedar todo? Pues bien, los alumnos que el curso 2026-2027 empiecen bachillerato científico cursarán física y química; y biología, geología y ciencias ambientales. Hasta ahora, estas áreas se agrupaban en cuatro asignaturas: física I, química I, geología y ciencias ambientales y biología. Por tanto, de cuatro materias se pasarán a dos. Eso sí, las horas de modalidad pasarán de 3 a 4 y se podrán complementar con asignaturas optativas de estas áreas que serán «altamente recomendables». Serán optativas plus.
Para poder hacer este cambio, desde la Consejería han planteado otros retoques. Y eso pasa por ampliar una hora todas las materias de modalidad de todas las vías de bachillerato. Hasta ahora, los alumnos tenían una materia de modalidad obligatoria y se escogía dos entre una oferta de cuatro. Todas constaban de tres horas cada una, con lo que se cursaban nueve horas.
Con los cambios, los estudiantes cursarán la obligatoria de modalidad, que son cuatro horas, y las dos materias de modalidad fusionadas (cada una de cuatro horas), por lo que, en total, se llegarán a las 12 horas. De ahí que el Departamento asegure que se incrementan las horas de modalidad y que todos los alumnos del científico recibirán conocimientos de todas las áreas de modalidad. Y, evidentemente, si se aumentan las horas de modalidad es porque se reducen las de optativas.
Y desde la consejería que dirige Esther Niubó insisten en que había que cumplir el requerimiento del Ministerio de Educación para cumplir la normativa. En caso contrario, los alumnos que necesitaban homologar sus títulos en otras comunidades autónomas, se hubieran podido encontrar con problemas para poder hacerlo.
Criticas de los profesores
Para la Plataforma Ciencias en Peligro, el Departamento está dando «la estocada final» a la formación en ciencias. Entre otras cosas, porque obligará a explicar el mismo temario, pero en la mitad de tiempo. Y lamentan que «no se nos haya hecho caso a nosotros, ni a las universidades, sociedades científicas, colegios profesionales, claustros de centros educativos, ni familias preocupadas por la formación de sus hijos».
E insisten en que mantendrá como medida de presión para evitar ese «despropósito», no corregir los exámenes de selectividad. Una medida, dicen, que no van en contra de los alumnos, sino que es una forma de luchar contra una reforma que «empeora gravemente la formación científica del alumnado y amplía las desigualdades entre centros y estudiantes».
Y desde DocentsCat, que agrupa profesores de lengua castellana y catalana y que pedían una tercera hora de lengua en el bachillerato, lamentan que la consejería ha «mantenido el más absoluto desprecio sin buscar ninguna solución a la demanda». Consideran que supone un «paso atrás» en un momento en que el dominio de la lengua es «más necesario que nunca para garantizar el éxito académico y profesional de los jóvenes». Y piden que el Departamento abra un espacio de diálogo «real» con el profesorado sobre los cambios en el currículum.