Escuela de la localidad catalana de Canet de Mar, las familias que quieren castellano sufrieron una campaña de acoso

Escuela de la localidad catalana de Canet de Mar, las familias que quieren castellano sufrieron una campaña de acosoDavid Zorrakino / Europa Press

Cataluña

La inmersión lingüística, una de las causas de que Cataluña se retrase un curso escolar respecto a Madrid

Así lo recoge un estudio elaborado por profesores de la Universidad Camilo José Cela de Madrid

Hace unos días se firmó el Pacto Nacional por la Lengua, impulsado por el socialista Salvador Illa, que contempla 21 ámbitos en lo que actuar, y por el que se destinarán, cada año, un mínimo de 200 millones de euros para la política lingüística. El objetivo es que se incorporen 600.000 nuevos hablantes de catalán en cinco años. Y busca garantizar la presencia «efectiva» de esta lengua en todos los ámbitos: instituciones, empresas, servicios y aún más, en el sistema educativo.

Lo cierto es que las encuestas reflejan que ahora se habla menos y peor catalán. Según la Encuesta de usos Lingüísticos que hizo pública el Govern hace unas semanas, el uso habitual del catalán ha bajado del 36,1 % al 32,6 % entre los años 2018 y 2023, mientras que el del castellano ha subido hasta el 46,5 %. Sin embargo, la misma encuesta reconoce que ahora hay más personas que nunca que saben hablar el catalán; y la inmersión lingüística solo en catalán en las escuelas sigue funcionando a pleno rendimiento. Por eso muchos se preguntan qué es lo que está sucediendo.

Se habla peor catalán. De hecho, hay expertos que señalan que uno de los factores que explican el desastre educativo en Cataluña es la inmersión. Es la teoría que defiende un estudio titulado «Impacto en el rendimiento académico de la inmersión lingüística y del índice socioeconómico y cultural», elaborado, por Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, y los profesores, también de este centro, Álvaro Moraleda-Ruano e Isabel

García-García.

El papel de la inmersión lingüística

En el último informe PISA, el sistema educativo de Cataluña queda muy tocado. Y es que los alumnos catalanes están a la cola de Europa, pero también de España, en ámbitos como ciencias, matemáticas o comprensión lectora. Pues bien, ese informe de la Camilo José Cela recoge los datos de ese informe. Y los estudiantes de Cataluña, comunidad autónoma en la que hay inmersión lingüística, registran descensos de 21 puntos en matemáticas o 38 en lectura, teniendo como referencia informes de años anteriores. Un descenso que es superior a otras autonomías en las que no hay inmersión.

En este estudio se deja claro que «el hecho de hablar en la escuela un idioma diferente al empleado en casa puede tener, en los modelos de inmersión franca, un impacto significativo y negativo en los resultados». Y también se concluye que «los modelos de una inmersión lingüística severa marcan diferencias significativas entre territorios en materia de rendimiento»

Y eso se traduce, en palabras del catedrático López Rupérez, que «lo que vimos es que la diferencia en rendimiento. Escolar, medido por PISA en 2022, entre la Comunidad de Madrid y la Comunidad catalana, es equivalente a un año de retraso escolar». O dicho de otra manera. La brecha que hay entre ambas comunidades, según se desprende de PISA, (27 puntos en total) es en un 77 % es atribuible a la inmersión lingüística.

Este catedrático, y así se recoge en el estudio, defiende que lo más importante, y es lo que afirman también otros informes y organismos internacionales como la UNESCO, es que el aprendizaje en los primeros años de vida se haga en lengua materna. Hay que tener en cuenta que más de la mitad de la población en Cataluña tiene al español como lengua materna, pero eso no se respeta en el ámbito educativo.

Los padres que quieren más educación en castellano para sus hijos tienen que ir a los tribunales a solicitarlo. Solo se da en esta lengua la materia propia, Lengua y Literatura Castellana. Y López Ruipérez deja claro que se trata de una cuestión fundamental: «si respetamos en los primeros años, y en concreto, los 6 primeros años de primaria, el uso de la lengua materna como lengua vehicular, resulta ser que el dominio de la segunda lengua, es decir, de la lengua de la escuela, aumenta de forma significativa».

En definitiva, empezar el aprendizaje con la lengua materna facilita la introducción del bilingüismo. Y más allá de esta cuestión, los «resultados generales mejoran» y también «aumenta de forma significativa las posibilidades del éxito escolar, tal y como ha sido subrayado, entre otras instituciones, por la UNESCO (2021) y el Consejo de Europa (Parliamentary Assembly, 2006)».

Pero este profesor apunta a otra cuestión. Y es que, en Cataluña, a menudo se utiliza la lengua como una herramienta política, más que pedagógica o educativa. Recuerda que hay otros estudios, como los elaborados por los economistas Irma Clots y Paolo Masella, que recogen que aquellos que han estado más años estudiando con el sistema de inmersión lingüística, tienen un sentimiento identitario más fuerte. En palabras de López Rupérez, «esto nos da un poco una pista de cómo la lengua puede estar siendo utilizada con una intención de ingeniería social».

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