Palau de Pedralbes

Palau de PedralbesAyuntamiento de Barcelona

Pasado 'indepe'

El edificio que reunirá a Sánchez y los presidentes autonómicos fue donde se decidieron las urnas del 1-O

La paradoja del Palau de Pedralbes: donde convergen la diplomacia y la sedición

Cuando las máximas autoridades autonómicas españolas se reúnan para la XXVIII Conferencia de Presidentes, lo harán en un lugar que encarna las contradicciones de la política catalana reciente. Entre los muros del Palau de Pedralbes conviven la vocación mediterránea de Barcelona y los vestigios de la conspiración independentista más ambiciosa de la historia reciente.

Cuatro siglos de reinvenciones

La transformación de este rincón de la zona alta barcelonesa refleja los vaivenes históricos de Cataluña. Lo que comenzó como una propiedad rural del seiscientos vivió su gran metamorfosis cuando Eusebi Güell la convirtió en su residencia tras adquirirla a mediados del ochocientos. El gesto del conde de regalar la finca a la Corona española como muestra de lealtad nobiliaria desembocó en su conversión en residencia real durante el primer tercio del siglo XX.

Las leyendas populares han tejido historias sobrenaturales alrededor del palacio: desde apariciones fantasmales hasta fenómenos inexplicables con cuadros y sonidos pianísticos que emergen sin explicación.

La apuesta mediterránea de Barcelona

El destino internacional del recinto se forjó cuando Barcelona se posicionó como epicentro del diálogo mediterráneo. El impulso inicial llegó con el Proceso de Barcelona de mediados de los noventa, que estableció desde estas instalaciones un marco de cooperación regional. La consolidación llegó más de una década después, cuando las naciones mediterráneas eligieron el palacio como sede permanente de la Unión por el Mediterráneo, convirtiendo a la ciudad condal en capital de esta alianza que agrupa a más de cuarenta países.

La Generalitat, propietaria del complejo, ha apostado por reforzar esta dimensión internacional con la futura instalación de Casa Asia en 2026.

El laboratorio secreto del independentismo

Mientras las oficinas principales del palacio desarrollaban su función diplomática, sus espacios más discretos servían para fraguar la mayor operación política clandestina del independentismo catalán. El reducido grupo que rodeaba a Carles Puigdemont encontró en el Pabellón Norte su refugio perfecto para planificar cada detalle del referéndum unilateral, desde las cuestiones logísticas más básicas hasta la elección del modelo de urnas que se utilizaría.

La capacidad del palacio para acoger realidades contradictorias quedó demostrada cuando Quim Torra recibió allí a Pedro Sánchez pocos meses después del colapso del 'procés'. Aquel encuentro de diciembre de 2018 pretendía simbolizar un nuevo capítulo en las relaciones entre gobiernos tras la tormenta secesionista, utilizando el mismo escenario que había albergado las conspiraciones independentistas.

Hoy el complejo mantiene su estatus de sede gubernamental alternativa, utilizada para ocasiones especiales por la Generalitat. El discreto Pabellón Norte - que guarda los secretos de las reuniones del 'Estado Mayor' independentista - acoge desde el pasado octubre la oficina de Pere Aragonès tras su salida de la presidencia catalana en favor de Salvador Illa.

Un escenario de múltiples facetas

La versatilidad del recinto trasciende la política. Sus jardines, que conservan el sello creativo de Antoni Gaudí, han resonado con las voces de artistas de la talla de Mariah Carey, Los Planetas y Raphael, convirtiéndose en escenario habitual del panorama musical barcelonés.

La llegada de las autoridades autonómicas está programada para poco después de las ocho y cuarto de la mañana, culminando con la llegada de Pedro Sánchez antes de las nueve y del rey Felipe VI cinco minutos más tarde para presidir la tradicional instantánea institucional entre los jardines gaudinianos.

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