Estudiantes en un aula el primer día de los exámenes de selectividad, en la UPF Ciutadella, a 4 de junio de 2024, en Barcelona, Cataluña (España).
Alertan a los alumnos catalanes de la ideología en la PAU de Historia y de su derecho a examinarse en español
Vox lleva a cabo una campaña para pedir una EBAU única y que los exámenes sean «neutrales»
Los estudiantes catalanes hacen frente esta semana a las pruebas de acceso a la universidad. Ya ha habido una primera polémica por si van a restar o no puntos las faltas de ortografía. Finalmente, se ha decidido que, además de Lengua y Literatura castellana y catalana, también se tengan en cuenta las faltas en Lengua y Cultura Latinas, Lengua y Cultura Griegas, Geografía, Historia de la Filosofía, Historia y Literatura Dramática.
Pero hay otras cuestiones por la que la selectividad en Cataluña está en el punto de mira: por el idioma en el que los alumnos pueden hacer esta prueba; por su «ideologización», sobre todo en las pruebas de historia; y por el debate sobre la facilidad de las pruebas de acceso a la universidad en algunas comunidades autónomas, como es el caso. También se recuerda que los alumnos que pueden escoger lengua hacer las pruebas en español.
Por este motivo, VOX lleva a cabo una campaña que gira en torna a estas pruebas y que se basa en estos ejes: denunciar la ideología de los exámenes de historia e informar del derecho de pedir el examen en español y exigir una selectividad única en todo el territorio español.
Desde la formación se ha denunciado, en reiteradas ocasiones, que «la constante transferencia competencial desde el Estado a las administraciones regionales ha provocado que en España existan hasta 17 EBAU diferentes». Y consideran que esto es un «despropósito» desde cualquier punto de vista, empezando por el de «la equidad». Y es que hay comunidades autónomas en las que este examen puede ser mucho más asequible que en otras.
Así, por ejemplo, mientras en 2022 el porcentaje de sobresalientes en la fase general ordinaria de la EBAU se situaba en la Comunidad Valenciana en un 2,1 y en Cataluña en un 4,4; en el Principado de Asturias llegaba a un 13,6 %. Y si nos fijamos en la fase específica, el porcentaje de sobresalientes era del 6,7 % en Baleares o el 8 % en Cataluña. En Asturias ese porcentaje superaba el 19 %.
Y a todo esto hay que añadir, recuerdan en Vox, los últimos informes PISA, que también han reflejado desigualdades en el sistema educativo. Cataluña, en este sentido, se encuentra a la cola de las comunidades autónomas, según el último informe de este tipo.
Y recordemos también un informe del sindicato de profesores AMES, que se publicó en 2022, y en el que se plasmaba que en Lengua y Literatura española las pruebas eran mucho más fáciles que en otras comunidades. De entrada, entre 1-2 puntos más fáciles.
El examen de Historia
En una de sus propuestas parlamentarias, desde Vox recuerdan que las PAU 2025 en Cataluña introducirán preguntas competenciales obligatorias (entre el 20 % y el 25 %) que, «supuestamente, requerirán análisis y pensamiento crítico». De esta forma, aseguran, el nuevo examen de Historia «incluirá comentarios de fuentes, redacciones, asumiendo roles 'históricos', análisis de temas generales y preguntas tipo test, con el objetivo de conseguir, en teoría, un enfoque menos memorístico y más reflexivo».
Eso sobre la práctica. Pero también hay preocupación entre algunos docentes porque este examen podría tener un carácter «más ideologizado». Una preocupación que surgen por el apartado en el que el alumno debe redactar un texto asumiendo el papel de un personaje histórico, porque «eso puede fomentar una visión subjetiva o sesgada de los hechos según el rol asignado».
Además, denuncian en la formación, el hecho de que se pida «interpretar y valorar» procesos históricos, «podría abrir la puerta a lecturas ideológicas o a la politización de los contenidos, especialmente'en temas sensibles como la Guerra Civil, el régimen franquista o el separatismo».
Y un ejemplo es el modelo 0 publicado por el departamento de Universidades. El primer ejercicio tiene este enunciado: «el papel de la mujer durante la Segunda República y el franquismo, atendiendo su contexto histórico». El segundo dice así: «Sois un defensor de la democracia en Cataluña justo después de la muerte de Francisco Franco y queréis convencer a algún amigo o amiga para que se una a vuestra lucha».
Y añade: «Haced una relación, con criterios históricos de los argumentos que se podrían utilizar para informar al futuro militante: de qué organización formáis parte, qué ideología y qué objetivos tiene, como se estructura y qué dificultades se puede encontrar cuando se integre en la organización si es descubierto y el vínculo entre las reivindicaciones sociales políticas». Estos ejercicios tienen un valor de 5 puntos. Es decir, dicen desde Vox, «son decisivos» en el aprobado o en el suspenso del alumno.
Para la formación, el hecho de que las preguntas sean «competenciales» rompiendo con el principio de objetividad y neutralidad, puede derivar «en lecturas ideológicas forzadas y penalizar a los alumnos que no se alineen con la narrativa implícita en los enunciados». Por este motivo, piden un modelo que sea objetivo.
Elección de idioma
La diputada de Vox, Júlia Calvet, ha denunciado, precisamente eso, lo «ideologizada que se ha ido convirtiendo la selectividad» cambiando modelos de exámenes, como los de historia, que, asegura, solo pretende que «cada uno ponga lo que la izquierda quiere sobre la historia del siglo XX». Y lamenta que no se usen criterios objetivos ni imparciales para elaborar el examen.
También ha recordado Calvet el derecho que tienen los alumnos a hacer el examen de selectividad en español, aunque «la Generalitat siempre intenta que sea el mínimo número posible». Pero recuerda que la normativa así lo prevé y no hay ningún impedimento para que los estudiantes puedan escoger lengua.
Y, más allá de esta cuestión, ha querido enviar ánimos a los alumnos, sabiendo que «son días difíciles porque tienen que demostrar todo lo aprendido durante todo el año». Y, por cierto, espera en que este año sea el último en que haya 17 pruebas diferentes en España para acceder a la universidad. Pide una «selectividad única ya» para evitar «desigualdades», porque hay exámenes «más fáciles» en algunos territorios, pero luego tienen «la misma nota de corte para acceder al grado».