Carles Puigdemont y Santos Cerdán, reunidos, en una imagen de archivo
Crisis en el PSOE
El revelador silencio de Puigdemont sobre la caída de Cerdán, su principal interlocutor en Suiza
Su último mensaje en X fue para a los alumnos catalanes que empezaban a examinarse de las PAU
El líder de Junts, el prófugo Carles Puigdemont, es un asiduo usuario de X, antes Twitter. Desde la ‘Casa de la República’ en Waterloo, Puigdemont se ha ganado fama de ‘tuitero’ por la rapidez con la que suele reaccionar a las más diversas polémicas de la política catalana, española y europea. Una rapidez que, no obstante, no se ha materializado en las últimas horas con el estallido del caso Santos Cerdán.
El secretario de organización del PSOE y diputado en el Congreso ha amanecido este jueves con las filtraciones de un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) que le relaciona, junto al ex ministro José Luis Ábalos y su ex asesor Koldo García, con la adjudicación ilegal de obras a cambio de comisiones. Horas después, Cerdán ha dimitido.
Varios socios del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han reaccionado con vehemencia, especialmente desde el espacio de Sumar. En Cataluña, los Comunes –su marca local– habían pedido al líder socialista apartar a Cerdán y tener «tolerancia cero ante la corrupción». La presión insoportable se ha saldado con la dimisión del ‘número tres’ del PSOE de todos sus cargos y la entrega de su acta como diputado.
Sin embargo, hasta el momento no hay manifestación pública de Puigdemont. Su último mensaje en X es del miércoles por la mañana, animando a los alumnos catalanes que empezaban a examinarse de las PAU.
Nada sobre Cerdán, quien ha sido durante estos últimos meses su principal interlocutor con el PSOE, en las reuniones mensuales que han venido celebrando socialistas y Junts en Suiza ante el mediador salvadoreño Francisco Galindo y que se han materializado en un rosario de cesiones a los separatistas.
No dejarán caer a Sánchez
Puigdemont ha cedido el protagonismo a su escudero, el secretario general del partido, Jordi Turull, que ha insistido en defender la «presunción de inocencia» de Cerdán y ha tirado de victimismo e ironía para desviar la atención, asegurando que los independentistas tienen un «máster» en soportar la presión judicial: «Me he dado cuenta de que Torrente está inspirado en personajes reales».
El portavoz de Puigdemont rechazaba dejar caer al Gobierno de Pedro Sánchez y consideraba una «broma» y una «fantasía» que se le preguntase por si votaría con el PP a favor de una moción de censura. El argumentario que llevan días repitiendo desde Junts es que ellos se deben únicamente a su acuerdo de investidura con los socialistas, y que mientras estos cumplan, tendrán su apoyo.
En este acuerdo se contemplan cuestiones como la fallida oficialidad del catalán en la UE, el traspaso a Cataluña de las competencias en inmigración o la amnistía «judicial y política» para Carles Puigdemont. Falta por saber si los sucesos de las últimas horas han subido el precio de este apoyo, pero de momento Turull ya ha exigido una reunión entre Sánchez y Puigdemont y le ha conminado a que no tarde: «Ha tenido muchas oportunidades para hacerlo, pero hasta ahora no ha querido. Quizás sea tarde cuando quiera hacerlo».