Una de las tiendas de Ametller Origen

Una de las tiendas de Ametller OrigenAECOC

La empresa catalana Ametller Origen reniega de Israel pero vende sus productos

La empresa oculta el origen israelí de sus mangos mientras mantiene su línea ideológica independentista

La empresa de alimentación Ametller Origen vuelve a estar en el centro de la polémica por aplicar una doble vara de medir. Alineada con aquellos grupos políticos que apoyan no comprar ni vender productos israelíes debido al conflicto de Gaza, la empresa ha decidido seguir estos parámetros, pero de manera encubierta.

Para evitar indicar que los mangos que vende son «made in Israel», ha optado por poner «Shoham», que significa ónix y es una ciudad del interior de Israel, cercana a Tel Aviv, conocida por su producción de mango. Israel produce 40.000 toneladas de mango al año, por lo que de esta manera la empresa oculta la realidad. En contraste, no hace lo mismo con otros productos, en los que sí se puede conocer claramente su procedencia: Colombia, Portugal, Perú o Sudáfrica.

Antecedentes polémicos: imposición del catalán

No es la primera polémica vinculada con esta empresa que, si bien no se define abiertamente en la línea independentista para no dañar el negocio, sí ha movido ficha a favor de sus postulados.

En 2020, una clienta denunció en Twitter a una empleada por usar el castellano para darle información en la tienda. La denunciante, que se declaraba independentista, consideraba que ese no era el idioma que una empleada de Ametller Origen debía utilizar.

En lugar de proteger a su trabajadora, Ametller Origen contestó que la lengua de comunicación de la compañía era el catalán, enviando así un aviso a navegantes. Además, en su respuesta, la empresa pedía contactar por mensaje privado para identificar la tienda en cuestión.

La polémica generó un aluvión de críticas y algunos clientes amenazaron con dejar de comprar por considerar la postura «demasiado radical». Ametller tuvo que rectificar declarando que, aunque su lengua fuera el catalán, «eso no quiere decir que cualquier trabajador o trabajadora no se pueda expresar en castellano en su puesto de trabajo ni que esta sea una lengua discriminada».

El mensaje original de la denunciante, una tal Elena Mtdp, decía: «borde y firme me he puesto con la cajera (rubia, gorda, 50's) hace un rato en Ametller Origen de Casanova. No habla catalán, tampoco lo comprende, y me dice que hable español. ¿Cómo? Si no podemos hablar catalán en una tienda catalana ya podemos plegar».

Apoyo encubierto al independentismo

Aunque directamente no hace alarde de su independentismo porque les interesa «hacer caja» —como se dice en catalán, «la pela es la pela»—, en el fondo mantienen esta línea ideológica.

El 2 de octubre de 2017, el día siguiente del referéndum ilegal que desencadenó los acontecimientos de octubre, Ametller envió una carta a sus empleados mostrando su orgullo por adherirse a la llamada de la Taula per la Democràcia para hacer un paro cívico, otorgando un permiso retribuido. Además, expresaban su dolor por los ciudadanos heridos y llamaban a sus empleados a adherirse individualmente a la «Taula per la Democràcia», solicitando la suspensión de trabajo el día 3 de octubre mediante un correo o llamada a Recursos Humanos.

Tras esta carta, Ametller Origen comenzó a difundir sus productos con el mapa de los llamados Països Catalans. En el envase de muchos productos aparecía este mapa junto con indicaciones como «elaborado en Valencia», incluyendo también productos del sur de Francia o de la franja con Aragón. Curiosamente, en el mapa no incluyen las Islas Baleares.

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