Alumnos musulmanes en una clase
Cataluña
Las clases de árabe pagadas por Marruecos llegaron a 2.000 alumnos en Cataluña el curso pasado
Así consta en una respuesta de la consejera de Educación, Esther Niubó, al grupo parlamentario de Vox y a la que ha tenido acceso el Debate
Unos 2.000 alumnos participaron durante el curso pasado, en toda Cataluña, en el Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí (PLACM). Es la respuesta que ha dado la consejera de Educación, Esther Niubó, a una pregunta planteada por el grupo parlamentario de Vox.
Hay que tener en cuenta, y así lo reconoce la consejera que, teniendo en cuenta de que se trata de un «programa implementado fundamentalmente en horario extraescolar», el Departamento hace el seguimiento propio de las actividades de este tipo y, por lo tanto, «no requiere en los centros datos específicos sobre el alumnado que interviene en estas actividades».
La mitad de estos alumnos siguieron el programa en centros de la provincia de Barcelona; unos 400 en Lérida, y otros 300, aproximadamente, en Tarragona y en Gerona. No se ofrecen más datos de los estudiantes. La Generalitat se ampara en el Reglamento de Protección de Datos de la Unión Europea.
En cuanto al profesorado, la consejera Niubó explica que este programa «es impartido exclusivamente por profesorado funcionario del Ministerio de Educación Nacional de Marruecos» y está destinado a Cataluña, en este caso, aunque hay más docentes en otras comunidades autónomas. Se explica en la respuesta que están por un período máximo de cinco años, y que «todos disponen de NIE».
También se deja claro que la selección de esos docentes la lleva a cabo la Fundación Hasan II, entidad vinculada al gobierno de Marruecos, mediante un concurso-oposición entre los funcionarios marroquís. No todos son graduados en Magisterio, lo son la mayoría. Pero la consejera reconoce que «algunos tienen titulaciones universitarias que permiten impartir docencia en secundaria», sin precisar mucho más.
Recientemente, explicamos en El Debate que se habían enviado cartas a familias de Calonge i Sant Antoni (Gerona) para que sus hijos pudieran apuntarse a esos cursos de árabe. En la misiva se explicaba que, a raíz del «acuerdo» entre la consejería y el Reino de Marruecos, a partir del 30 de septiembre se harán clases de árabe para los alumnos de quinto y sexto de primaria. Se dejaba claro que estas clases «son gratuitas» y se precisaba que se llevarán a cabo los lunes y los miércoles, de 12:30 a 13:30 en la escuela Pere Rosselló. También se decía el nombre del profesor que impartirá esas clases.
El objetivo del Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí es doble, atendiendo a la literalidad de su presentación: por un lado, proporcionar a los alumnos marroquíes una formación que les permita «salvaguardar su identidad cultural» mientras respetan la del país de acogida; por el otro, fomentar la inclusión escolar y sociocultural, desarrollando valores de tolerancia, solidaridad y respeto intercultural.
Según el Ministerio de Educación español, el PLACM enseña el árabe clásico, competencias de comunicación oral y escrita, y nociones de historia, civilización y tradiciones marroquíes específicas, como fiestas nacionales o elementos de la cultura magrebí.
Unos cursos que ha censurado con dureza Vox. Desde la formación consideran que se pone en riesgo no solo la cultura nacional, «sino que se gira en contra de la integración de alumnos procedentes de Marruecos». Y lo que se debe promover, aseguran, teniendo en cuenta que la tendencia demográfica implica el incremento exponencial de más población inmigrante de procedencia marroquí, es su «adaptación cultural» a la cultura española. De ahí, que en Vox defiendan que «no podemos admitir la promoción, financiación y dotación de aulas cuyo objetivo pretende menoscabar la cultura nacional y crear confrontaciones culturales que no llevan más que a la segregación cultural»