Deforestación del Amazonas en una zona de plantaciones de soja
Un artista cancela su escultura en el Amazonas y vende el certificado por 1,6 millones
Josep Piñol convierte la renuncia a su obra en una denuncia del mercado de créditos de carbono que permite a las empresas compensar emisiones sin reducirlas
Josep Piñol tenía todo preparado para su proyecto más ambicioso: una macroestructura en las márgenes del río Amazonas con cien estatuas de bronce representando ejecutivos sobre ataúdes. La instalación funcionaría como captadora de CO₂ y se inauguraría durante la COP30 de Brasil en noviembre. Dos empresas, una británica y otra canadiense, habían comprometido 18,4 millones de euros para financiarla.
Pero el artista tarraconense dio un giro radical cuando una auditoría reveló que construir la obra generaría 57.765 toneladas de dióxido de carbono. Más revelador aún fue descubrir que esas emisiones evitadas, si cancelaba el proyecto, valían 1,6 millones en el mercado de créditos de carbono.
Según informó 3cat, Piñol decidió entonces convertir esa contradicción en el corazón de su obra. Renunció a la escultura y transformó el certificado de emisiones evitadas en la pieza artística definitiva.
Cómo funciona el mercado verde de las emisiones
El sistema opera paralelamente al mercado regulado de contaminación. Las corporaciones pueden adquirir créditos generados por proyectos no realizados —como el de Piñol— para compensar sus propias emisiones reales. Esto les permite presentar balances anuales con reducciones significativas o incluso emisiones cero, sin haber modificado realmente su actividad contaminante.
«Vimos que se parece mucho a una bula papal contemporánea. Alguien compra el derecho a pecar», explica el creador a 3cat. Este mecanismo de lavado verde corporativo lleva años siendo cuestionado por organizaciones ecologistas.
Piñol canceló todos los créditos excepto uno, que registró ante notario. Ese documento es ahora «Evitada», la obra final que este sábado presentó en el Museu Tàpies durante el ciclo Museu Habitat y que ha sido adquirida por un coleccionista. Una pieza cuyo valor artístico reside precisamente en lo que nunca llegó a construirse.