La escultura 'Lluís Companys' en su nueva ubicación, en el patio de la biblioteca del Parlament
Memoria democrática
El parlamento catalán no se cansa de homenajear a Companys: instalan una estatua «tan fea como su biografía»
Se trata de una escultura que estaba en un patio interior y se ha trasladado al de la biblioteca
A pesar de la polémica que rodea su figura, las instituciones catalanas sigue realizando homenajes a Lluís Companys, que fue presidente de la Generalitat entre 1934 y 1940 y permitió que los anarquistas y republicanos asesinaran a miles de personas durante este periodo, incluyendo más de 2.440 eclesiásticos.
A pesar de estas cifras, el nacionalismo catalán le exalta como una suerte de ‘mártir’, y cada año se le rinden homenajes en torno al 15 de octubre, fecha en que se conmemora el aniversario de su fusilamiento. Esta semana encabezó los actos el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, quien loó a Companys como ejemplo de «serenidad, dignidad y generosidad» y consideró que es «patrimonio de todos los catalanes».
El Parlament de Cataluña se ha sumado a estas conmemoraciones. Su presidente, el juntaire Josep Rull, aprovechó la ofrenda floral para denunciar las «complicidades» que considera que hay entre algunos partidos con los que fusilaron a Companys, pero la cámara catalana continuará las celebraciones esta semana. Lo hará, según han confirmado a El Debate fuentes del Parlament, el próximo miércoles, en la pausa del mediodía del pleno.
La estatua de Companys
Será un acto frente a la estatua Lluís Companys, obra de Manel Álvarez, que se encuentra en el Parlament desde el año 2006 pero que esta semana ha cambiado de ubicación. La obra –una composición abstracta de acero corten creada en 2001– se encontraba en el patio interior izquierdo, en el departamento de Infraestructuras, Equipamientos y Seguridad.
Sin embargo, como confirman las fuentes citadas, este viernes se trasladó al patio de la biblioteca del Parlament, dando cumplimiento a una declaración de la Junta de Portavoces del hemiciclo de este miércoles, en la que se constata que Companys fue «el primer presidente del Parlament, entre 1932 y 1933» y que, por tanto, es «necesario» que sea homenajeado por la cámara «anualmente con una ofrenda floral en un espacio dedicado a su honor».
Desde el grupo parlamentario de Vox han criticado esta decisión. «¿El Parlament quiere hacerle un monumento al asesino Companys frente a los despachos de Vox?», criticaban en un vídeo de X. En otra publicación posterior, también lamentan el aspecto de la pieza: «Pues la escultura a Companys es igual de fea que su biografía».