La escritora canadiense Fonda Lee, este sábado en Barcelona
Entrevista
Fonda Lee, autora superventas y cinturón negro: «La literatura y las artes marciales tienen mucho en común»
La autora de la Saga de los Huesos Verdes y 'El aliento de dragón' visita Barcelona para participar en el Festival 42
Es como El Padrino pero con magia y kung fu. Así se pueden resumir en pocas palabras las novelas de la Saga de los Huesos Verdes de la escritora canadiense Fonda Lee (Calgary, 1979). El núcleo de esta propuesta son las tres novelas Ciudad de jade, Guerra de jade y Legado de jade, que esta semana reedita Hidra en una edición especial, y que ha motivado la presencia de Lee en Barcelona este fin de semana.
La escritora superventas ha sido una de las participantes del Festival 42 de géneros fantásticos, que culmina este domingo en la capital catalana. Atiende a El Debate poco antes de su intervención, en una entrevista en la que resuenan ecos de las películas de mafiosos de John Woo, las acrobacias de Bruce Lee o la magia ancestral del jade, la piedra preciosa que sustenta el universo de Lee.
–Ciudad de jade se ha traducido a más de 15 idiomas, entró en la lista de 100 mejores novelas de fantasía de la revista Time y ganó el World Fantasy Award. ¿Se esperaba el éxito que ha tenido la saga?
–Concebí la idea para la Saga de los Huesos Verdes en 2013, así que siento que llevo con estos personajes desde siempre, pero ha sido increíble ver cómo los lectores iban descubriéndolos por primera vez, también en España. En el fondo, es una saga familiar, y creo que la importancia que se le da a la familia es algo que tienen en común la cultura asiática y la española. Además, Ciudad de jade es una fantasía moderna, y ha servido como puerta de entrada para gente que no suele leer este género.
–La isla de Kekon es muy similar a lugares como el Hong Kong de los años 60, pero a la vez hay magia y habilidades sobrenaturales. A la hora de construir su mundo, ¿hacerlo tan cercano al nuestro ha supuesto una ventaja o un inconveniente?
–Ambas cosas. Por un lado, me da un cierto nivel de seguridad, porque no tengo que explicar cómo funcionan muchas cosas, como un televisor o un coche. Por otro lado, no quería que la isla de Kekon fuese el país X con el número de serie tachado. Tuve que construir un país ficticio que fuese reconocible pero que no fuese ninguno en concreto, y por eso fui cuidadosa en no usar palabras o detalles que provienen de nuestro mundo, como dim-sum o kimono.
–En la traducción al español sí aparece la palabra «americana», aunque en su mundo América no existe.
–Claro, es que la etimología de muchas palabras es un desafío para los escritores de fantasía. Por ejemplo, ¿en un mundo fantástico se puede correr una maratón si no existe la Grecia antigua? Creo que en algún momento uso el término «sobre de manila», aunque en mi universo no existe Manila. La regla que sigo es pensar: si uso esa palabra, ¿el lector lo entenderá más fácilmente?
Portada de la nueva edición de 'Ciudad de jade'
–El título de su intervención en el Festival 42 hablaba de la «filosofía de las artes marciales en la fantasía urbana». Usted es cinturón negro de karate y kung fu, ¿cómo convergen estas dos pasiones?
–En un nivel más superficial, me gusta escribir escenas de peleas, pero en un plano más profundo creo que la escritura y las artes marciales tienen mucho en común, porque en ambos casos estás persiguiendo una perfección técnica que es inalcanzable. Creo que la mentalidad de saber que no luchas con tus oponentes, sino que estás en conversación con ellos, que aprendéis unos de otros y que fundamentalmente buscas alcanzar tu potencial es cierto tanto en las artes marciales como en otras disciplinas artísticas, particularmente en la literatura.
–Lo ha comentado de pasada, pero ¿el secreto para escribir una buena escena de lucha es que no trate solamente sobre la lucha?
–Exactamente. La cuestión es saber qué está en juego, narrativamente hablando. Idealmente, cada escena de pelea debería ser crucial para la historia y alterar su curso. En televisión pueden coreografiar todos los movimientos muy bien, e intentar escribirlos todos sería extremadamente aburrido, pero los escritores tenemos una ventaja: podemos asomarnos a la interioridad, ver el interior de los personajes mientras luchan, su estado emocional.
–Las culturas que retrata la Saga de los Huesos Verdes a menudo traen consigo muchos estereotipos, como el ‘padre tigre’ o los muchos tropos asociados al kung fu, ¿es algo que le preocupa a la hora de escribir?
–Cuando estoy escribiendo la historia no pienso sobre ello, porque me estaría encorsetando. Además, al ser una historia de fantasía puedo crear un cierto espacio para distanciarme. Pero, dicho esto, los estereotipos están ahí, y muchos tienen algo de verdad. El padre despótico es un tópico, pero hay algo de cierto en el sentido de responsabilidad que se suele pasar a los hijos, especialmente en las culturas asiáticas.
Creo que hay que conseguir un equilibrio, que no sea la única nota que defina a los personajes. En Ciudad de jade, los personajes de Wen y Ayt Mada son esfuerzos por subvertir los tropos de ‘la chica’ y la ‘dama dragón’, pero un ejemplo más claro lo tengo en El aliento del dragón.
–¿La novela juvenil que escribió en colaboración con Shannon Lee?
–Exacto. Ella es la hija de Bruce Lee, y queríamos aprovechar algunos de los tratamientos de guion que escribió su padre, y en uno de ellos aparece un maestro ciego de artes marciales, que es un estereotipo como el que más. Lo queríamos incluir como homenaje, pero ¿cómo hacerlo? La clave fue convertirlo en un personaje más completo, más desarrollado.
Detalle de la portada de la novela 'El aliento del dragón'
–Por último, ¿en qué está trabajando ahora?
–En la secuela de El aliento del dragón, y en una historia de ciencia ficción. Ambas llegarán traducidas a España, y también se publicará aquí en breves –ya está traducida– otra de mis novelas, Untethered Skies.