El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en una imagen de archivo

REMITIDA / HANDOUT por GENERALITAT DE CATALUNYA - JORDI BEDMAR
Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma
09/6/2025

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en una imagen de archivoJordi Bedmar / Generalitat

Cataluña

Illa defiende ampliar el aeropuerto de El Prat para volar a todo el mundo en 2033 «sin pasar por Madrid»

Presenta un plan que implicará una inversión de más de 3.000 millones y busca aplacar el ambientalismo de los Comunes

«Hoy es un buen día para Cataluña», ha celebrado este martes el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, al presentar a la prensa –sin preguntas– los detalles de su proyecto para la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. Una ampliación que, según el calendario que ha presentado, tiene tres fechas: en 2028 se aprobaría el plan director, en 2030 empezarían las obras y en 2033 estaría terminado.

Se trata de una ampliación que costará más de 3.000 millones, según el acuerdo suscrito entre la Generalitat, el Gobierno de España y Aena. «Es una infraestructura crucial para la prosperidad de Cataluña, pero también de España y Europa», ha asegurado el líder socialista, destacando su voluntad de que «nuestros investigadores, creadores y estudiantes puedan viajar a todo el mundo sin pasar por Madrid, Londres o Frankfurt».

La pista de la discordia

La propuesta contempla una prolongación de hasta 500 metros de la tercera pista del aeródromo. Una propuesta que reduciría en 90 metros la afectación sobre el espacio natural de la Ricarda, en el extremo oeste de la pista, respecto a la propuesta inicial de Aena.

De esta manera se intenta conciliar los intereses del aeropuerto –que busca que operen aviones más grandes, que requieren de una pista más larga– con los requerimientos medioambientales, por la proximidad de este espacio natural. La propuesta de Illa permitiría «salvar la laguna», según consta en el mapa elaborado por la comisión técnica del aeropuerto.

La fórmula alcanzada por los arquitectos para conseguirlo es aprovechar las zonas pavimentadas de seguridad a ambos extremos de la pista, conocidas como RESA, también para los despegues: habrá 60 metros hacia el Remolar, frente a los 120 que planteaba Aena, y 540 hacia la Ricarda, unos 20 menos que el plan inicial. En total, la nueva pista tendrá 3.160 metros, respecto a los 2.660 metros actuales.

El proyecto también contempla la construcción de una terminal satélite, mejoras en el aparcamiento y varios trabajos ya previstos en las dos terminales existentes del aeropuerto, así como varias compensaciones ambientales.

Para Illa, esta es una «propuesta realista» que intenta lograr la «mínima incidencia posible» en los espacios de interés natural, con medidas como la creación de un «anillo verde» en torno al aeropuerto. «No es una decisión pensada para las próximas elecciones, sino para las próximas décadas», ha asegurado.

Diferencias políticas

La ampliación del aeropuerto fue uno de los caballos de batalla de Illa durante la campaña electoral, después de que embarrancase el principio de acuerdo que alcanzaron en 2021 el gobierno de ERC y Junts con el Ministerio de Transportes. El presidente catalán considera el proyecto clave para que Cataluña «vaya a más y no se quede atrás», y ha defendido que se trata de un plan «para que gane todo el mundo».

Pese a su optimismo, la ampliación del aeropuerto una de las principales diferencias en la relación con sus socios de investidura, ya que los Comunes se han manifestado meridianamente en contra de la ampliación y ERC ha mantenido una posición ambivalente.

Tal vez previendo complicaciones y tiranteces en la relación, Illa ha esperado a tener atados los tres suplementos de crédito –que suman 4.000 millones a los presupuestos prorrogados de la Generalitat– antes de presentar su proyecto sobre el aeródromo.

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