Detalle del friso de Rossend Nobas

Detalle del friso de Rossend NobasC. Alcalà

Historias de Barcelona

El friso desconocido en la calle más comercial de Barcelona que resume la historia de la humanidad

Una obra de arte en plena calle que a menudo pasa desapercibida por los transeúntes

En la historia del arte, se conoce como friso una larga banda decorativa que puede estar pintada o caligrafiada, habitualmente por encima del nivel de los ojos. Quizá el más conocido sea el del Partenón de Atenas, que mide 160 metros y representa la procesión de las Grandes Panateneas. Sin llegar a tanto, en Barcelona hay un friso de aire clásico que a menudo pasa desapercibido.

Se encuentra en el número 32 del Paseo de Gracia, en la esquina con la calle Diputación. Se conoce como «Historia de la humanidad» y es obra de Rossend Nobas (1841-1891), que estudió en la Lonja de Barcelona y fue alumno de los hermanos Agapito y Venancio Vallmitjana Barbany.

La fachada en la que podemos ver el friso, en Paseo de Gracia

La fachada en la que podemos ver el friso, en Paseo de GraciaC. Alcalà

También aprendió pintura con Claudio Lorenzale y Pablo Milà i Fontanals. Su padre era fontanero, y el joven Rossend empezó a trabajar en el taller de su padre, aprendiendo fundición y cincelado. Luego trabajó con los joyeros Masriera. Abrió su propio taller en la plaza de l’Oli; más tarde en la calle Casanovas y, finalmente, en la calle Provenza.

Premios y reconocimientos

En 1866 expuso con éxito en París, y con la escultura «Torero Moribundo» ganó la medalla de segunda clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid en 1871. Con un busto dedicado a Miguel de Cervantes le concedieron un premio en la Exposición Universal de Viena de 1873 y con un busto de Mariano Fortuny consiguió otro en Filadelfia.

Nobas se dedicó a esculpir imágenes religiosas y funerarias, así como esculturas públicas urbanas y retratos. Fue escultor de la facultad de Medicina de Barcelona, y tuvo como discípulos a Josep Gamot, Josep Reynés, Manuel Fuxà, Torcuato Tasso, Anselmo Nogués, Josep Llimona, Juan Serra, Juan Flotats, Federico Masriera o Damián Pradell. Murió como consecuencia de una neumonía.

Entre sus obras, a parte de la multitud de bustos tallados para personalidades de la burguesía catalana, como los Güell o los Masriera, destacamos la estatua al general José Cabrinetty en Puigcerdà, los bustos de la antigua editorial Montaner y Simón, los leones del vestíbulo del Palacio de la Generalitat, el relieve del monumento a Antonio López, la cuadriga de la aurora en la Cascada del Parque de la Ciudadela o el monumento a Rafael de Casanovas.

El friso de Paseo de Gracia

El maestro de obras Rafael Gustavino Moreno (1842-1908) le encargó un friso para la casa que le mandó construir el banquero Víctor Blajot Iglesias. Esta es una de las pocas obras que construyó en España, ya que a partir del 1881 sus trabajos se desarrollaron en Estados Unidos. Nobas esculpió un friso de 15 metros de largo, donde explicaba el progreso de la humanidad.

Imagen histórica de la fachada

Imagen histórica de la fachadaC. Alcalà

La casa fue construida entre los años 1871 y 1872, y se inauguró en 1881. El friso no ha permanecido intacto, pues una parte se perdió al instalarse un cartel de la sastrería Gales, que estuvo en ese edificio de 1943 a 1995. En él se aprecia el inicio de la historia de la humanidad con la prehistoria, los inicios de la agricultura, la construcción, el descubrimiento del fuego, la cerámica, la escritura, la carpintería, la confección de tejidos, el vidrio, la imprenta, la arquitectura, la escultura, la máquina de vapor, el ferrocarril o la fotografía.

Cada escena está esculpida con figuras dinámicas, casi narrativas, que evocan el estilo de las grandes alegorías decimonónicas. Es una evocación de la inteligencia humana, capaz de transformar su entorno y evolucionar, desde la prehistoria a la fotografía, en boga en el momento de esculpir el friso.

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