Imagen del móvil Balance Phone
Carlos y Albert, creadores de Balance Phone: «Queremos devolver tres horas de vida al día eliminando todo lo potencialmente adictivo del móvil»
Los fundadores de Balance Phone crean el primer smartphone catalán que bloquea redes sociales y contenido adictivo de forma irreversible
Albert Beltran y Carlos Fontclara, dos jóvenes emprendedores barceloneses de 25 años, han desarrollado Balance Phone, una propuesta revolucionaria que busca combatir la adicción digital desde el núcleo del sistema operativo. Su dispositivo, basado en hardware Samsung, elimina el acceso a redes sociales, juegos, plataformas de streaming y otros contenidos considerados adictivos, manteniendo únicamente las funciones esenciales. Tras levantar 300.000 euros de inversión y vender más de 150 unidades en pocos días después de su lanzamiento, la startup catalana se ha asociado con Parlem Telecom para expandir su alcance y aspira a facturar un millón de euros en 2025.
Albert Beltran y Carlos Fontclara son los emprendedores que han creado Balance Phone
— ¿Cómo os dais cuenta de lo limitante que es la adicción al teléfono para vosotros y cuál es el proceso hasta crear este móvil?
— Todo empezó hace dos años cuando nos dimos cuenta de que teníamos una relación muy poco saludable con nuestros móviles. Primero intentamos borrar las aplicaciones que más nos enganchaban, pero acabábamos reinstalándolas constantemente. Llegamos al extremo de comprarnos un Nokia de hace 20 años, pero no duramos ni una semana. Entonces decidimos crear primero una aplicación que convirtiera cualquier móvil en un Balance Phone. Llegamos a tener 15.000 descargas, pero nos dimos cuenta de que no era suficiente para quienes no tenían fuerza de voluntad para mantenerla.
Por eso decidimos dar el salto al hardware, asociándonos con Samsung para que el sistema viniera integrado de forma irreversible. Ahí fue cuando pensamos: ¿por qué no crear algo que combine lo mejor de ambos mundos?
— ¿Qué define exactamente a Balance Phone? ¿Qué bloquea y qué permite?
— Nuestro sistema operativo elimina todo lo que consideramos potencialmente adictivo: redes sociales como Instagram, TikTok o Twitter, plataformas de streaming como Netflix, videojuegos, páginas de pornografía y apuestas. Pero mantienes lo esencial: llamadas, mensajes, Google Maps, música, incluso puedes pedir comida a domicilio.
La clave está en que es irreversible. No se puede desactivar por capricho o falta de fuerza de voluntad. Esa es nuestra gran diferencia frente a aplicaciones de control parental o limitaciones de tiempo de pantalla, que al final se pueden saltar.
— Inicialmente, pensabais en un público adulto, pero parece que los padres han abrazado especialmente el proyecto...
— Exacto. Sin buscarlo, muchas familias empezaron a contactarnos diciendo que esto era justo lo que necesitaban para el primer móvil de sus hijos. Nos dimos cuenta de que había una demanda real ahí, porque aunque existen controles parentales, los niños suelen encontrar la manera de evitarlos.
— ¿La aplicación original sigue vigente?
— No, ya no está disponible. Evolucionó hacia el hardware porque nos dimos cuenta de que las soluciones basadas solo en software no eran lo suficientemente efectivas. La gente las desactivaba cuando perdía la fuerza de voluntad.
— ¿Esperabais que la mayoría de vuestros usuarios actuales fueran niños de entre 9 y 16 años?
— La verdad es que no. Inicialmente, pensábamos en adultos como nosotros, pero el mercado nos mostró que los padres tenían una necesidad urgente de este tipo de solución para sus hijos. Es una manera segura de introducir la tecnología móvil a los menores. Los padres están tranquilos sabiendo que sus hijos desarrollan una relación saludable con el dispositivo desde el principio.
— Muchos padres se preocupan porque a sus hijos les pueden llegar contenidos inapropiados a través de chats con amigos. ¿Tenéis pensado restringir esos canales?
— Es un gran reto en el que estamos trabajando. Es más complejo que bloquear aplicaciones porque implica filtrar contenido que llega a través de canales de comunicación legítimos. Reconocemos que es una preocupación real de los padres, pero técnicamente es mucho más complicado de resolver que el bloqueo de apps y páginas web.
— ¿Vosotros no hacéis uso de las redes sociales entonces?
— Sí, las usamos, y también defendemos su uso, pero desde el ordenador y de manera mucho más consciente. No las llevamos en el bolsillo las 24 horas del día.
— Como usuarios de Balance Phone, ¿cómo ha cambiado vuestra vida? ¿Qué cambios habéis notado?
— El principal cambio es estar más presente. Ya no tengo esa sensación constante de estar perdiendo el tiempo o de estar enganchado al dispositivo. Hemos recuperado el foco y aprovechamos mucho mejor el tiempo. Es una sensación de libertad.
— ¿Cuánto cuesta Balance Phone actualmente y por qué tenéis diferentes modelos?
— Tenemos tres opciones diferentes para adaptarnos a distintas necesidades. El Balance Phone básico, con Samsung A16, cuesta 299 euros y está pensado principalmente como primer móvil para niños y adolescentes. Luego está el Balance Phone Pro por 699 euros, que utiliza un Samsung S24 y va dirigido a adultos que buscan un dispositivo premium pero sin distracciones. Y para quien ya tiene un Samsung compatible, ofrecemos Balance OS por 79 euros anuales.
La idea es que cada usuario encuentre la opción que mejor se adapte a su situación y presupuesto, pero siempre con la misma filosofía de eliminar contenido adictivo.
— Mencionáis que los usuarios recuperan hasta tres horas diarias. ¿Tienen datos que lo respalden?
— Los usuarios que han probado nuestra aplicación inicial reportan una media de una hora de uso diario, frente a las 4-5 horas habituales. Esa diferencia se debe principalmente a que no tienen acceso a contenido infinito, a esas aplicaciones sin punto final que te mantienen enganchado sin darte cuenta.
— ¿Cuáles son sus objetivos para 2025?
— Queremos alcanzar un millón de euros de facturación y lanzar nuevos modelos Samsung con nuestro sistema. También estamos trabajando en mejorar la experiencia del usuario y la configuración del dispositivo. Y expandirnos en Europa. Creemos que la tendencia que ya se ve en Reino Unido llegará pronto a otros países. Nos gustaría que en no mucho tiempo nos pareciera impensable como sociedad que un niño de 12 años tenga acceso libre a TikTok y otros contenidos sin barreras.
— Para terminar, ¿quién es el usuario ideal de Balance Phone?
— No es un producto para las masas. Es para personas conscientes de que tienen un problema de adicción digital y que están dispuestas a cambiar. Ya sea un adulto que quiere recuperar el control de su tiempo o unos padres que buscan una introducción segura a la tecnología móvil para sus hijos.
Al final, se trata de devolver la intencionalidad al uso del móvil. Que cuando cojas el dispositivo sea porque realmente necesitas hacer algo específico, no por aburrimiento o por impulso.