Un grafitero vandaliza la entrada de la tienda de magia más antigua del mundo, en Barcelona

La madera centenaria que enmarca la entrada de El Rei de la Màgia ha vuelto a convertirse en lienzo involuntario para un grafitero anónimo. El establecimiento del carrer Princesa, que sobrevivió a dos guerras mundiales y varias transformaciones urbanísticas de Barcelona, no logra escapar de los ataques vandálicos que se repiten con preocupante frecuencia.

Desde las redes sociales del negocio, según ha informado RAC1, lanzaron un mensaje irónico hacia el autor de la pintada: un «abrazo» cargado de sarcasmo para quien decidió estampar su firma sobre elementos decorativos que datan de finales del siglo XIX. La fachada luce instrumentos característicos del mundo del ilusionismo junto al rostro de Joaquim Partagàs, el pionero que convirtió este rincón barcelonés en referencia mundial de la prestidigitación.

Este episodio se suma a una cadena de agresiones similares que han marcado los últimos meses. La persiana metálica y los paneles de madera que protegen el local han sido objetivo recurrente de grafiteros que ignoran el valor patrimonial del inmueble.

Pere Rafart, ilusionista procedente de Solsona que colabora con el establecimiento impartiendo formación, ya había alertado de otro ataque vandálico durante el verano, en fechas próximas al polémico caso de la heladería del barrio de Gràcia. El mago aprovechó entonces para aclarar que en su tienda la atención se ofrece en catalán, desmarcándose de controversias lingüísticas.

Mientras Barcelona debate sobre cómo proteger su tejido comercial histórico, espacios con más de un siglo de trayectoria siguen expuestos a una ola de vandalismo que borra fronteras entre lo antiguo y lo moderno, entre el arte callejero y la simple destrucción del patrimonio colectivo.