Ricardo Ferris, durante su intervención en el acto de Denaes y el grupo Vox en las Cortes Valencianas.

Ricardo Ferris, durante su intervención en el acto de Denaes y el grupo Vox en las Cortes Valencianas.VOX

Comunidad Valenciana  30 asociaciones denuncian por odio al expolicía que vinculó inmigración ilegal con delincuencia

Los colectivos sostienen que las afirmaciones de Ferris no fueron «un hecho aislado», sino «falsedades tendenciosas y delictivas» contra los inmigrantes

Treinta organizaciones de inmigrantes y de acogida han interpuesto ante la Fiscalía una denuncia por presunto delito de odio contra el exjefe de la comisaría Centro de Valencia, Ricardo Ferris, por sus declaraciones en un acto de Vox en el que equiparaba la inmigración con la delincuencia.
Con ello, estas asociaciones reclaman que a Ferris se le aplique el artículo 5010.1ª del Código Penal por «incitar al odio contra las personas extranjeras» y que establece penas de prisión de uno a cuatro años, así como una multa de seis a doce meses.
Concretamente, los colectivos señalan en su escrito ante la Fiscalía que durante su participación en el evento, Ferris propició «una clara exhortación a los ciudadanos españoles para que luchen contra el inmigrante/delincuente».
Para reforzar la acusación, las asociaciones aportan algunas de las frases que el ya expolicía pronunció durante su intervención como que España «es un pueblo pacífico que va a tener que dejar de serlo» o en la que aseguraba que «absolutamente todas las violaciones que se están cometiendo en España están siendo cometidas por gente que viene de fuera».

«Voy a hacer frente al ministro»

Estas declaraciones y otras no son «un hecho aislado», sino que forman parte de una «intervención extensa plagada de falsedades tendenciosas y delictivas».
Para el conglomerado de organizaciones afectadas, Ferris no se basó en datos y estadísticas oficiales al respecto, sino que utilizó datos propios, a su juicio, alejados de la realidad en este ámbito.
Hace tan solo unos días, el policía destituido confirmó que ha pedido al Ministerio del Interior su pase a la segunda actividad y lo hizo con una frase que, precisamente, no ayudó a calmar la polémica producida por sus palabras: «Voy a hacer frente al ministro y a todo su entorno decadente, respondiendo a todos y cada uno de sus ataques y difamaciones con toda la contundencia que merece».
Además de las declaraciones citadas, Ferris hizo otras aseveraciones como que la Policía «ya no trabaja con delincuentes nacionales» o que los inmigrantes que llegan, «no solo de Argelia», en patera son «expresidiarios».
Asimismo, reconoció que cuando ha detenido a algún delincuente de nacionalidad española, bromeaba con él diciéndole que le iban a trasladar «a un centro de especies protegidas».
Desde que se hicieron virales sus palabras en el acto de Vox en Valencia, Ferris ha estado en el ojo del huracán mediático y político. Primero por su destitución. Inmediatamente después, por las declaraciones del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, en las que calificaba las afirmaciones del expolicía como «graves y falsas» con la intención de «infundir bulos que no corresponden con la realidad».
Tras el cese fulminante, se convocó una concentración de apoyo a Ferris, pero la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valencia decidió no autorizar el acto, hecho que provocó el enfado de sindicatos policiales como Jupol, que acusó al Ejecutivo de tomar una «medida arbitraria».
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