El diputado nacional de Compromís, Joan Baldoví, en el Congreso

El diputado nacional de Compromís, Joan Baldoví, en el CongresoEFE

Comunidad Valenciana  Baldoví se despide del Congreso exigiendo la financiación que nunca supo comprometerle a Sánchez

El diputado nacionalista vuelve a hacer campaña desde su escaño antes de renunciar para presentarse a la presidencia de la Generalitat Valenciana

Fin a una etapa. Joan Baldoví se ha despedido del Congreso de los Diputados tras doce años ininterrumpidos en el hemiciclo representando a Compromís. Ahora, las aspiraciones políticas del nacionalista están enfocadas a su lucha por alcanzar la presidencia de la Generalitat Valenciana el próximo 28 de mayo.
La suya durante la sesión de control al Gobierno ha sido su «última pregunta en el pleno», tal como ha reconocido el propio Baldoví al comienzo de su intervención. Un escenario nuevo, el de su despedida, para el que ha utilizado el mismo método que lleva practicando desde que fue designado candidato a las elecciones autonómicas, que no es otro que utilizar su escaño para hacer campaña.
De este modo, el parlamentario ha vuelto a sacar el asunto de la reforma del modelo de financiación en su pregunta a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Durante doce años, ha empezado diciendo, Baldoví ha visto «cómo se aprobaban repetidas veces el convenio navarro, el cupo y el concierto vasco». Para ello no ha habido «ningún problema entre el Partido Popular y el Partido Socialista», ha matizado el diputado.
Sin embargo, según ha explicado, el «problema» ha surgido cuando se ha planteado la modificación del modelo de financiación autonómica actual, que lleva caducado «casi nueve años, desde 2014».

«Espiral perversa»

No haber abordado este tema está provocando que los valencianos estén asumiendo una «deuda absolutamente ilegítima» a la que dedican «uno de cada cuatro euros» de los presupuestos. Así, para prestar «los mismos servicios» que otras regiones, la Comunidad se tiene que «endeudar», lo que genera que se entre en una «espiral absolutamente perversa».
Haciendo uso de la metáfora, Baldoví ha apuntado que los ciudadanos de Castellón, Valencia y Alicante tienen «una hipoteca» pero «no un piso». Aún así, en opinión del nacionalista, este hecho no ha impedido al tripartito de izquierdas valenciano hacer «políticas de vanguardia en Sanidad, Educación y Servicios Sociales».
En su mitin desde el escaño -ha sido una intervención a modo monólogo sin preguntar a la titular de Hacienda-, el dirigente de Compromís ha reprochado a PP y PSOE que no hayan atendido las «propuestas alternativas» que su coalición ha puesto sobre la mesa como el «fondo transitorio de nivelación».
En el momento en que estaba diciendo que se sentía «decepcionado» con los diputados de ambas formaciones mayoritarias se le ha acabado el tiempo y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, le ha apagado el micro y le ha agradecido su intervención. Eso sí, a PP y Vox les ha lanzado un mensaje: «Vendrá una persona mejor que yo. No se preocupen».
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el diputado Joan Baldoví se saludan en el Congreso.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el diputado Joan Baldoví se saludan en el Congreso.EFE/JUAN CARLOS HIDALGO

En su turno de respuesta, una visiblemente emocionada María Jesús Montero ha querido «reconocer públicamente» el «trabajo» de Baldoví durante estos años, a la par que le ha agradecido su «lealtad a la hora de llegar a acuerdos tan importantes para nuestro país y el bienestar de España».
En esta línea, la responsable de Hacienda también ha querido destacar su «estilo parlamentario» y «todo este tiempo» que han podido «pasar juntos en el Congreso».
En lo que respecta al asunto de fondo, el de la financiación, la ministra ha señalado que para ella también es algo que está «en la primera línea política» y se ha excusado en la pandemia y en la guerra en Ucrania para no haber reformado el modelo de reparto regional de los fondos públicos.
Tampoco Montero ha dejado demasiadas esperanzas para que eso vaya a suceder en el corto o medio plazo. Tal como ha subrayado se tiene que «seguir trabajando» para que el modelo «se pueda consensuar y no sea impuesto por parte de los partidos políticos».
La indignación sobrevenida de Baldoví contrasta con su actitud pasiva durante toda la legislatura. En ningún debate para aprobar los Presupuestos Generales del Estado el nacionalista ha sido capaz de arrancarle a Sánchez y Montero el más mínimo compromiso sobre la financiación autonómica. Tampoco a la hora de asegurarse su apoyo en votaciones clave para el Gobierno.
Ese pobre balance se agrava cuando en el último debate sobre el estado de la Nación Baldoví le dedicó al asunto tan solo cinco segundos y, en cambio, dos minutos a hablar de Bárcenas y la corrupción de hace años del PP.
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