'The New Yorker' elige esta película española como la mejor de 2025: «Un thriller desgarrador y emocionante»

la última película del director gallego Óliver Laxe, ha sido elegida como la mejor película de 2025 por The New Yorker, una de las revistas culturales más influyentes del panorama internacional. El reconocimiento sitúa a Sirat como uno de los títulos imprescindibles del año y consolida a Laxe como una de las voces más singulares y arriesgadas del cine europeo contemporáneo.

La publicación estadounidense destacó el carácter «abrumador, sensorial y profundamente humano» del thriller de supervivencia que relata la odisea de un padre en busca de su hija desaparecida en un vasto desierto. El crítico encargado de la selección describió la cinta como «un viaje extremo hacia los márgenes físicos y emocionales del ser humano», remarcando su capacidad para unir riesgo formal con una poderosa carga emocional.

La elección de The New Yorker culmina un recorrido excepcional para Sirat. El filme ya había obtenido el Premio del Jurado en el Festival de Cannes 2025 y fue distinguido con el Gold Hugo a mejor película en el Festival Internacional de Cine de Chicago. La banda sonora, compuesta por Kangding Ray, también fue reconocida en certámenes especializados por su carácter innovador y su peso narrativo dentro de la película.

El largometraje acumula además múltiples nominaciones internacionales, entre ellas a los European Film Awards 2026 en categorías como mejor película, mejor dirección y mejor actor. Asimismo, España ha presentado oficialmente Sirat como candidata a los Premios Oscar en la categoría de mejor película internacional, lo que podría convertirla en uno de los títulos europeos más destacados en la carrera hacia los premios de la Academia.

La decisión de The New Yorker coincide con el debate abierto que ha generado Sirat desde su estreno. Su estética áspera, su narrativa fragmentada y su aproximación casi metafísica al drama de la desaparición la sitúan lejos del cine comercial, pero también la convierten en una obra de impacto inusual. Laxe combina imágenes de una potencia casi hipnótica con episodios de violencia contenida y encuentros con personajes atrapados en situaciones límite.

The New Yorker recomienda además ver el largometraje no una, sino dos veces: la primera para vivir «el shock brutal de la experiencia» y la segunda para encontrar con suelo en su espíritu «y en la insistencia de que las familias más significativas pueden forjarse en las circunstancias más sombrías».

La película de Laxe, añade, «no es una obra cínica ni nihilista. La película comienza con euforia y concluye con desesperación, y lo que se desarrolla en el medio es una experiencia de poder singularmente turbulento y paralizante; En cuanto a emoción visceral y fuerza emocional sostenida, no he encontrado nada igual este año».

«Es una obra cinematográfica extraordinariamente propulsiva, y cada momento está impregnado de sentimiento. A pesar de todos sus peligros y crueldades, Sirat no te agota ni te insensibiliza. Salí de allí inestable, pero con energías renovadas y agradecido por el suelo bajo mis pies», explica sobre la película, a la que también define como «un drama de intercambios y transacciones íntimas, de vínculos improbables forjados bajo la adversidad y pequeñas bendiciones otorgadas libre e inesperadamente».

Por último, destaca la interpretación de Sergi López. «Es maravillosa, doblemente para quienes lo vimos como en El laberinto del fauno (2006) y juramos no volver a confiar en él. Aquí, el actor destroza el alma de un hombre y luego, poco a poco, la reconstruye».