
El alcalde de Muro de Alcoy, Vicent Molina, junto al socialista Saúl Serrano
El Ayuntamiento de Muro de Alcoy quiere cambiar el nombre del municipio: «Quien pierde sus orígenes, pierde su identidad»
El Gobierno municipal defiende que el topónimo fue impuesto en 1916 sin consulta y no refleja la identidad local ni su realidad lingüística
El Ayuntamiento de Muro de Alcoy, en Alicante, ha anunciado su intención de abrir un «proceso de reflexión colectiva» con el objetivo de recuperar el nombre original del municipio, Muro, frente al actual topónimo oficial. Según la Administración local, la denominación vigente «fue impuesta en 1916 por un Real Decreto estatal sin consulta previa al Consistorio ni a la ciudadanía».
En un comunicado, el Gobierno municipal, encabezado por el alcalde de Compromís, Vicent Molina, defiende que el cambio responde a la necesidad de «adecuar» el nombre oficial del pueblo a su «realidad sociolingüística e identitaria», y sostiene que Muro de Alcoy es «una denominación que no refleja ni la lengua propia del municipio ni el sentimiento mayoritario de la población».
La iniciativa no es nueva. El Consistorio recuerda que la cuestión ha sido objeto de debate durante las últimas décadas. A pesar de los reiterados intentos municipales para eliminar el predicativo «de Alcoy», la Justicia ha rechazado en varias ocasiones la propuesta, amparándose en la existencia de otro municipio con el mismo nombre en Mallorca. Sin embargo, un informe encargado recientemente por el propio Ayuntamiento constata que hay actualmente «hasta 17 parejas de municipios en España que comparten el mismo nombre», incluidos ejemplos dentro de la Comunidad Valenciana, como Torrente o Cabanes.
«Este precedente demuestra que la coexistencia de municipios con topónimos idénticos es perfectamente viable y que el caso de Muro merece ser considerado una excepción por parte de las instituciones competentes, como la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) y la Generalitat», defiende el Ejecutivo nacionalista.
«Somos Muro»
El concejal de Patrimonio Cultural, Sergi Silvestre, ha subrayado que lo que se pretende es «abrir un debate sereno y participativo sobre el nombre del pueblo». «Sabemos que es una cuestión delicada», ha reconocido, «pero este reto se tiene que emprender entre todas y todos. Nuestro pueblo tiene derecho a recuperar su nombre, que nunca ha dejado de utilizarse popularmente, pero que oficialmente nos sigue imponiendo una forma que ni compartimos ni sentimos como propia. Somos Muro».
Desde el área de Cultura y Normalización Lingüística, el edil Fernando Picó ha apuntado que «con este debate Muro quiere iniciar un camino hacia la recuperación de su nombre propio, coherente con su historia, su lengua e identidad».

Muro de Alcoy
El Ayuntamiento ha programado una serie de acciones participativas para impulsar el debate. Entre ellas, destaca el coloquio 'Tornem a Muro' (Volvamos a Muro), que se celebró el pasado miércoles a las 19:30 en la biblioteca municipal. En él participaron voces expertas como Antonio Teruel, Emili Casanova y Abel Soler, quienes abordaron la toponimia y las vías legales para recuperar la denominación de Muro.
El Gobierno local considera esta cita como «clave» para que la ciudadanía «recupere aquello que la identifica como pueblo, su nombre, porque quien pierde sus orígenes pierde su identidad, como cantaba Raimon». «En Muro se han propuesto esculpir en la piedra de la historia, de nuevo, su topónimo a fuego», concluye el comunicado.
Otros municipios afectados
El nombre oficial de Muro de Alcoy tiene su origen en el Real Decreto de 27 de junio de 1916, una norma que modificó los nombres de casi 600 municipios españoles con el objetivo de evitar duplicidades. Promovido por la Real Sociedad Geográfica y refrendado por el conde de Romanones, el decreto fue publicado en la Gaceta de Madrid el 2 de julio de ese año. En el caso de Muro, se le añadió «de Alcoy» para diferenciarlo de su homónimo balear.
La medida afectó también a otros municipios de la provincia de Alicante. Aguas pasó a ser Aguas de Busot (hoy Aigües), Gata sumó «de Gorgos», San Juan se convirtió en «de Alicante» y Guardamar añadió «del Segura». En la mayoría de los casos, los nuevos apellidos geográficos se impusieron sin tener en cuenta el uso popular ni la identidad local.
Más de un siglo después, el caso de Muro plantea una revisión del modelo. El Ayuntamiento reivindica su derecho a decidir sobre su nombre oficial, y apuesta por un proceso abierto y argumentado que involucre a la ciudadanía y a los organismos lingüísticos y administrativos competentes.