Mazón deja en evidencia a Sánchez y aprueba los Presupuestos de la Generalitat Valenciana para la reconstrucción

No son pocas las personas que reprochan al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo que consideran como una utilización abusiva del Falcon, es decir, del avión que usa el jefe del Ejecutivo para sus desplazamientos por vía aérea. Este es un mantra que le viene persiguiendo desde que ganó la moción de censura contra Mariano Rajoy y se convirtió en el nuevo inquilino del Palacio de la Moncloa.

Sin embargo, en su etapa como líder de la oposición, el secretario general del PSOE dominaba más lo relacionado con los coches. Dos momentos icónicos de aquellos años se relacionan con el automovilismo. Uno fue en octubre de 2016, cuando salió por el parking de la sede de Ferraz tras dimitir y, al poco tiempo, se montó en un Peugeot junto a José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán con tal de volver a mandar en la organización. Fuese de combustión o eléctrico, hoy día ese coche acumula supuestos enchufes y sospechas de corrupción. «La banda del Peugeot», les han llegado a llamar por parte del Partido Popular.

Otra frase mítica de Sánchez fue aquella en la que criticaba que reclamaba a Rajoy elecciones anticipadas si no aprobaba los Presupuestos Generales del Estado (PGE). «Vivir de la prórroga es prorrogar los problemas de la gente», dijo, añadiendo que «un Gobierno sin Presupuestos es tan útil como un coche sin gasolina». Pues bien, cuando el ecuador de 2025 está a ala vuelta de la esquina, España no cuenta con unas cuentas públicas para el presente ejercicio. Pero esta anómala situación va más allá, tampoco las tuvo el año pasado, con lo que suma dos vulnerando lo que estipula la Constitución española de 1978:

«El Gobierno deberá presentar ante el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior». Poca vuelta de tuerca se le puede buscar a una indicación de este tipo. Así, mientras Sánchez deja en el aire la «estabilidad» de un país que antaño tanto exigió, hay quien sí aprueba presupuestos.

«Hecho importantísimo»

Se trata de Carlos Mazón, que este miércoles en las Cortes Valencianas verá cómo el voto a favor de los 40 diputados del PP y los 13 de Vox sacarán adelante unas cuentas públicas vitales para la Comunidad y, de manera muy especial, para la provincia de Valencia, devastada por la dana del pasado 29 de octubre. Mientras Sánchez ni siquiera ha sido capaz de llevar a la Cámara Baja un proyecto de ley de PGE con tal de debatirlo, enmendarlo y ya se vería el resultado de la votación, el presidente de la Generalitat se encamina a amarrar sus segundas cuentas.

Y lo hace en un contexto de suma dificultad. En términos sociales y económicos, la riada hizo que las previsiones que se iban a presentar en el Parlamento regional a finales de 2024 quedasen del todo obsoletas dada la nueva realidad. Igualmente, la salida de los de Santiago Abascal del Consell en el mes de julio no se lo puso fácil. No obstante, ambas formaciones han sabido, siempre discretamente, limar asperezas y alejarse del ruido que había alrededor, con un PSPV-PSOE y un Compromís que, si alguna vez se llegaron a poder plantear unos Presupuestos de consenso, esa buena intención duró lo que duró.

Preguntada por la materia, la vicepresidenta primera del Consell, Susana Camarero, aseguró este martes que el previsible resultado del Pleno en las Cortes significa «una gran noticia» y «un hecho importantísimo» porque la Comunidad «necesita tener unos Presupuestos». Del mismo modo, subraya que ello «demuestra que el presidente Mazón ha conseguido lo que el presidente Sánchez no ha conseguido hasta la fecha, que es llevar los Presupuestos Generales del Estado a las Cortes Generales», algo que sería «fundamental y deseable» para Castellón, Valenciana y Alicante, que por esta circunstancia «está perdiendo dinero».

Por tanto, la Generalitat contará en cuestión de horas con un plan económico y financiero que le permitirá afrontar con seguridad los retos planteados ante la mayor catástrofe de la región y que, al mismo tiempo, servirá para continuar con el plan de ayudas a las víctimas, otro asunto en el que la ventaja de la Administración autonómica sobre la central es más que holgada. En contraposición, Sánchez, sin dana y con unos aliados en el Congreso elegidos gustosamente por él pese a las advertencias y riesgos, no cumple con su deber constitucional. Siempre es deseable contar con los mejores compañeros de viaje, bien sea en San Jerónimo o a bordo de un Peugeot.