¿Quién sabe o recuerda que el Rey Juan Carlos I firmó la cesión a Valencia del cauce del río Turia en 1976?
- ¿Cómo negarle a la izquierda en general, y de modo más concreto a la valenciana, su fabulosa capacidad y empeño para la fabulación y engaño, con tal de otorgar a los suyos en exclusiva todo de cuanto bien se ha hecho y se consigue en nuestra Comunidad, como adjudicarse todos los méritos de que la ciudad de Valencia dispongo del más fantástico edén, como sin duda lo es el ajardinado cauce del Turia, olvidando del modo más rácano y cicatero de que sin su donación por parte del Estado, firmada por el rey don Juan Carlos I (Roma, 1938) en el mes de octubre de 1976, durante su primera visita oficial a Valencia, no tendríamos, o hubiésemos tardado mucho más tiempo en poder disponer de ese extraordinario espacio para disfrute de propios y forasteros?
EL PAPEL DE MARIA CONSUELO REYNA
- ¿Y cómo no recordar el papel –de lo más oportuno, decisivo e incisivo– que desempeñó la periodista valenciana, María Consuelo Reyna (Valencia, 1944), desde el diario decano, Las Provincias, de la que en aquel momento era subdirectora, por dar algo más que apoyo a la movilización ciudadana, que se plasmaba en un lema ampliamente difundido y repetido en prensa y pegatinas, como «el llit del Turia és nostre i el volem verd», que consiguió calar en el ánimo de las autoridades que venían de la Transición, comenzando por el primer alcalde de la democracia que fue Fernando Martínez Castellano (Valencia, 1942-2024) y quien le sucedió, Ricard Pérez Casado (Valencia, 1945), que fichó al arquitecto Ricardo Bofill para su diseño?
BANDERAS DEL LEVANTE UD EN EL TEMPLE
- Que la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé García (Valencia, 1979), sea seguidora del Levante UD no debería ser cuestionado por nadie, siempre y cuando no afectase a sus obligaciones y responsabilidades, pero si su forofa condición la lleva a colocar sendas banderas del equipo granota en dos balcones de la fachada del neoclásico palacio del Temple, además de una señera con el escudo del equipo levantinista bajo los mástiles de las banderas oficiales, tal como hizo esta misma semana para festejar el regreso del Levante a la Primera División del Fútbol, ¿cómo no considerar de los más torticero el uso de tan emblemático edificio, el mismo que la semana anterior fue usado, también torticeramente, por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (Madrid, 1972), para reunirse con tres asociaciones de víctimas de la dana, porque al hacerlo en la sede de la Delegación del Gobierno y no en el Palau de la Generalitat, también suponía un explícito ninguneo – otro más de Sánchez – al gobierno valenciano y nuestra autonomía?
ILLA LLORIQUEA EN ESPAÑOL
- ¿Por qué, si tanto ama como dice que ama y estima la lengua catalana, el actual presidente de la Generalidad de Cataluña, Salvador Illa, (léase haciendo la pausa correspondiente para que al pronunciarlo no le salga salvadorilla), no tuvo a bien hacer uso de la misma a la hora de manifestar su plañidera queja porque la Unión Europea no había tenido a bien escuchar las insistentes preces, súplicas y demandas hechas por el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares Bueno (Madrid, 1972) por explícito encargo de su jefe Sánchez, que a su vez también trató de conseguir el apoyo de sus colegas de los Veintisiete que se habían mostrado reticentes a dar su sí a la cooficialidad del catalán en la UE (y ya de paso el vascuence y gallego), conditio sine qua non que el dos veces fugado Carles Puigdemont (Amer, 1962) le había exigió a Pedro Sánchez (Madrid, 1972), para cederle temporalmente los siete votos de Junts, los que posibilitaron que el marido de Begoña Gómez (Bilbao, 1975) fuese embestido (perdón, investido) presidente del Gobierno de España?
CAPACIDAD DE ABDUCIR DE SÁNCHEZ
- ¿Quién será el osado que niegue a Pedro Sánchez su inconmensurable capacidad y vocación de pervivencia en el poder monclovita a la vista de que ninguna de las pruebas, datos, evidencias y por consiguientes en su contra, y que van a más, no tienen, de momento, un efecto catastrófico en los sondeos de opinión que, mal que bien –o viceversa—le siguen atribuyendo la posibilidad de conseguir ciento veinte disputados? ¿De dónde la viene la capacidad de abducción que demuestra sobre gran parte de los que han sido sus electores, que siguen diciendo que le volverán a votar a pesar de conocer el alcance de tantas y tantas fechorías protagonizadas –de momento, presuntamente -- por su entorno familiar, ministros y altos cargos, pero que no son suficientes, de momento, para movilizar a un electorado por más que diga estar desencantado por la creciente corrupción sanchista?
LAS CANDIDATURAS DE MORANT YBERNABÉ
- ¿Y si en los dos años que restan hasta las elecciones municipales y autonómicas se produjese algún tipo de convulsión interna en el PSPV-PSOE -- lo que no debe desdeñarse dado que es práctica habitual y costumbre en este partido-- o el sanchismo terminase implosionando a consecuencia de alguno de los muchos y escandalosos casos que vienen incrementándose y se destapan a diario, desde los de Begoña, al hermano de Pedro y su amigo el gallardo ex presidente de la Diputación de Badajoz, pasando por los Ábalos, Koldos, el fiscal García Ortiz y ahora Leire Díaz, y ninguna de las dos presuntas candidatas a la Generalitat y alcaldía de Valencia, Diana Morant y Pilar Bernabé, que, por cierto, no han pasado por unas primarias, terminasen siendo repudiadas por el propio Sánchez si éste comprueba que ninguna de las dos tiene tirón electoral, porque nunca lo han tenido, y que en el largo tiempo de exposición a que están siendo sometidas se les han visto las junturas?
ESPERPÉNTICOS PLENOS MUNICIPALES
- Si legislar sigue siendo responsabilidad atribuida al Parlamento Español por medio del Congreso de los Diputados y el Senado, función que ha decaído de modo notable en la actual legislatura, porque el gobierno viene retirando propuestas si olisquea la más mínima posibilidad de que vaya a perder la votación, ¿qué sentido tiene que sean tantos los ayuntamientos, que con olvido de sus débitos más inmediatos y directos para con los ciudadanos, dedican plenos y más plenos a discutir sobre leyes de ámbito estatal, y también autonómico, tal como ha ocurrido en la última sesión pleno del Ayuntamiento de Valencia, en el que además de tan manifiesta pérdida de tiempo al incluirse asuntos generalistas, también se perdieron las formas en la trifulca que se armó con un Grezzi gesticulante e histriónico? También el gobierno municipal perdió una votación por la ausencia de dos concejales de Vox y si bien la alcaldesa repitió la votación tan pronto llegaron los tardones, no fue dada por válida por el secretario del Ayuntamiento ¿Cabe mayores dosis de esperpento en un pleno municipal?