Imagen del homenaje a David Laoz el martes 15 de julio en Castellón

Imagen del homenaje a David Laoz el martes 15 de julio en CastellónEl Debate

«David no podía más. Y el resto de agricultores tampoco»: el grito del campo toma Castellón tras su suicido

Centenares de trabajadores se concentran para rendir homenaje al joven fallecido y denunciar la asfixia del sector agrario valenciano

La plaza María Agustina de Castellón se llenó ayer de silencio, rabia y dignidad. Cientos de agricultores llegados de toda la provincia, se concentraron para rendir homenaje a David Lafoz, el joven agricultor de 27 años que se quitó la vida hace apenas unos días. Lo que comenzó como una muestra de duelo se convirtió en una manifestación de hartazgo colectivo por parte de un sector que denuncia sentirse ahogado, ignorado y al límite.

La historia de David ha calado hondo entre los agricultores de la provincia. Se convirtió, en los últimos meses, en un rostro conocido dentro del mundo agrícola provincial. Fue uno de los primeros en acudir con su tractor para ayudar tras la dana que azotó Valencia en octubre del pasado año. Su colaboración desinteresada, lejos de ser reconocida, fue respondida, según denuncian agricultores y entidades agrarias, con requerimientos administrativos, sanciones e inspecciones. «No aguanto más presión. No aguanto discutir todos los días. No aguanto más inspecciones de Hacienda o Trabajo. No aguanto trabajar 18 horas para no vivir». Ese fue el último mensaje de David Lafoz. Una cadena de presiones que, según quienes lo conocían, terminó por pasarle factura.

Imagen de la manifestación

Imagen de los asistentes al homenaje a David Laoz el martes 15 de julio en CastellónEl Debate

Ayer, en su memoria, los agricultores llevaron pancartas con mensajes como «Tu legado será nuestra lucha», «Libertad o tiranía» o «Que ser valiente no salga tan caro, eterno David». Estos carteles sirvieron como símbolo de una protesta que fue más allá del dolor personal: se convirtió en una denuncia de la situación estructural del campo valenciano.

La concentración, convocada por la Asociación de Agricultores Independientes Valencianos (ALIV) y respaldada por diversas entidades agrarias, quiso ser también un acto de denuncia. «Ha llegado el momento de actuar, no podemos estar parados. David ha de ser ese aliciente que haga que los agricultores despertemos, que volvamos a salir al campo. Las circunstancias de las malas políticas agrarias ha hecho que David caiga", afirmó en su intervención Victor Viciedo, presidente de ALIV.

«David no podía más. Y nosotros tampoco», resume con voz temblorosa a este periódico Iñigo Rodriguez, agricultor valenciano y uno de los portavoces de ALIV durante la manifestación.

La protesta tuvo momentos de una enorme carga emocional. En el centro de la plaza, los agricultores improvisaron un pequeño altar con fotografías de David, velas encendidas y todas las pancartas. Uno a uno, los asistentes fueron encendiendo velas y dejándolas a los pies del altar. No hubo discursos ni proclamas en ese instante. Solo un silencio absoluto, sobrecogedor, que duró varios minutos. Nadie se movía. Algunos lloraban en silencio; otros se limitaban a mirar al suelo. Fue el momento más íntimo y simbólico del acto: una despedida colectiva, serena y contenida, que decía más que cualquier consigna.

Imagen de uno de los carteles en memoria de David

Imagen de uno de los carteles en memoria de DavidEl Debate

Según datos de las organizaciones agrarias, Castellón ha sufrido en lo que va de año pérdidas de más de 100 millones de euros por fenómenos climáticos y plagas. A ello se suma la caída de precios, el aumento de costes de producción y una política europea que, aseguran, favorece al producto de fuera y no al sector valenciano.

A las ocho de la tarde, la plaza se vació. Algunos asistentes tardaron en marcharse. Pero todos se fueron con la misma sensación: la de haber dicho algo que no podía callarse más.

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