Un agente de la Guardia Civil junto a un vehículo oficial de la Benemérita
Condenada a pagar tres euros diarios por herir a tres guardias civiles tras una discusión vecinal
Los agentes de la Guardia Civil llevan tiempo poniendo el grito en el cielo ante las situaciones que tienen que vivir en primera persona. Que si gente que exige ser atendidos en valenciano, conductores que agreden a los agentes al grito de «no reconocer al Estado Español» y así un sinfín de actitudes a las que se deben hacer frente prácticamente con lo puesto. Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) detallan a El Debate como ejemplo de su vulnerabilidad el caso de una sentencia conocida hace pocas semanas y por la que una mujer ha sido condenada a pagar tres euros diarios de multa por unos incidentes en los que agredió a tres agentes.
31 de diciembre de 2024. Son las 20.30 horas. La Policía Local de Villena recibe el aviso de una disputa vecinal entre dos mujeres. Al llegar los agentes se encuentran con la situación y retienen a una de ellas, solicitando la presencia de la Guardia Civil. Fue al llegar la Benemérita cuando la señora mostró una «actitud agresiva», profiriendo gritos a los agentes, así como «gestos obscenos y despectivos» hacia ellos.
En un momento dado la señora no dudó en lanzar el bolso que llevaba, que impacto de lleno en la cara de uno de los guardias civiles, lo que aprovechó para emprender a «golpes, patadas, puñetazos y escupitajos». Al no darse un cese de la actitud hostil y poner en riesgo la integridad de los agentes, los guardias civiles tuvieron que reducir, detener y llevarse a la señora a dependencias policiales.
Una vez allí, y según indican desde AUGC, la mujer no detuvo su actitud, sino que aprovechó el momento de ingreso en los calabozos para propinar una patada al agente que estaba con ella.
Resultado de esta actuación pocas horas antes de Nochevieja: tres agentes heridos de diversa consideración, con «tratamiento y perjuicio personal básico de varios días».
Recientemente se ha conocido la sentencia por parte de la Magistrada Juez del Juzgado de los Penal número 11 de Alicante por la que esta señora ha sido condenada, aunque con un recuento un tanto peculiar.
Tal y como señalan desde AUGC, la jueza ha impuesto a la acusada «una condena con el agravante de reincidencia y atenuante de drogadicción de seis meses de prisión por un delito de atentado, y a una multa de un mes con la cuota de tres euros diarios por cada uno de los tres delitos de lesiones leves, así como al pago de las costas procesales y a indemnizar a cada uno de los agentes en la cantidad de 350 euros por las lesiones sufridas». Este tipo de condenas muy menores son las que se acaban imponiendo en este tipo de casos de ataques a la autoridad.
Ante este hechos, AUGC de Alicante denuncia «el aumento paulatino de este tipo de agresiones a los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado en el cumplimiento de sus funciones, y por ello nos vemos obligados a volver a solicitar al Ministro de Interior y al resto de los responsables políticos que los guardias civiles deben ser considerados, al igual que las policías autonómicas, como »profesionales de riesgo« y que deben realizar las modificaciones pertinentes en el Código Penal para que en este tipo de delitos se produzca un endurecimiento de las penas reforzando así el »principio de autoridad«, ya que como se ha expuesto, las condenas parecen bastante livianas, máxime cuando a pesar de imponerse condenas de prisión, suelen quedar en suspenso con el condicionamiento de no delinquir en un periodo de dos años, circunstancia que se incumple continuamente por algunos condenados, así como volvemos a insistir en solicitar a las autoridades judiciales que sigan aplicando el máximo rigor penal y sancionador posible en este tipo de hechos».