Ovación a Juan Roig en el primer partido de baloncesto de la historia del Roig Arena de Valencia

El Roig Arena será un lugar multiusos, un nuevo emblema para la ciudad de Valencia, pero por encima de todo es la nueva casa del Valencia Basket. Obviamente el club no dejó pasar la oportunidad y programó con sumo cuidado los prolegómenos del primer encuentro de baloncesto en el Roig Arena de Valencia y la afición respondió: más de 14.600 aficionados y una larga y sentida ovación a Juan Roig.

Para tomar en consideración la magnitud que representa el cambio a nivel deportivo, Valencia Basket pasa de jugar ante los casi 9.000 aficionados de la Fuente de San Luis a los casi 15.000 que se dieron cita este viernes para vivir la segunda jornada de la Euroliga ante la Virtus de Bolonia.

Concebido, promovido y costeado por Juan Roig, el Roig Arena es ya una realidad deportiva y la afición del Valencia Basket pudo disfrutar tanto en los instantes previos como durante el encuentro con la victoria del cuadro valenciano ante la escuadra italiana. Pero sin duda el mejor estreno posible, el que hace sentir que se cambia de escenario pero se mantiene la esencia de hogar, fue el pre-partido.

Con las gradas casi llenas, llegó el momento de vivir el primer partido, pero faltaba que Valencia cortara, simbólicamente, la cinta para esta nueva andadura y ahí sin duda la emoción se desbordó. Las grandiosas pantallas del nuevo pabellón mostraron un vídeo con la progresión del equipo valenciano durante las últimas décadas, con todos los títulos y el paso de las leyendas, tanto en el conjunto masculino como los recientes éxitos del femenino.

Poco a poco el público del Roig Arena fue rompiendo el silencio de la expectación por un sentido aplauso sin cesar ante los momentos que se mostraban en los videomarcadores.

Un niña iba a ser la encargada de darle a los árbitros el primer balón oficial del Roig Arena, el que iba a volar al cielo de Valencia para estrenar el pabellón, pero faltaba un giro de guión, una sorpresa. La joven no le dio el balón naranja a los colegiados, sino que se dirigió hacia la grada entregándole el esférico al impulsor de la nueva casa 'taronja': Juan Roig.

El dueño de Valencia Basket saludó a la niña, cogió el balón, lo levantó al cielo de Valencia y ahí el pabellón comenzó su primera y gran ovación en la historia deportiva.

Con los casi 15.000 asistentes puestos en pie, el aplauso incluso emocionó al propio Juan Roig por lo que se pudo ver en las imágenes de la retransmisión televisiva.

Al también presidente de Mercadona se le pudo ver en diferentes puntos del recinto, incluso charlando con la alcaldesa de Valencia María José Catalá en los instantes previos.

La fiesta fue redonda para Valencia. Estreno por todo lo alto en los deportivo y en lo emocional. Los sentimientos han llegado para quedarse en el nuevo hogar del baloncesto en Valencia. El sueño de Juan Roig se hizo realidad.