Vista aérea de Mascarell, el único pueblo amurallado de la Comunidad Valenciana

Vista aérea de Mascarell, el único pueblo amurallado de la Comunidad ValencianaTurismo Comunidad Valenciana

El único pueblo valenciano que mantiene su muralla medieval y es Bien de Interés Cultural

El otoño invita a viajar sin prisas, a buscar refugios tranquilos lejos del bullicio y del calor del verano. Con la Festividad de Todos los Santos, el puente de la Constitución y los fines de semana por delante, aún hay tiempo para pequeñas escapadas donde desconectar y descubrir rincones que conservan el alma de otros tiempos. Más allá de los pueblos costeros y del turismo de sol y playa, la provincia de Castellón se revela como un destino ideal para quienes buscan autenticidad, historia y paisajes de interior.

Entre sus montañas y llanuras se esconden pueblos medievales que parecen detenidos en el tiempo, y aunque Morella suele llevarse gran parte del protagonismo, existen otros lugares menos conocidos, pero igualmente fascinantes. Uno de ellos es Mascarell, el único pueblo valenciano que conserva íntegra su muralla medieval y que está protegido como Bien de Interés Cultural.

Situado a tan solo un kilómetro de Nules y a unos cuarenta minutos de Valencia, Mascarell es una pequeña joya amurallada que sorprende por su autenticidad. Con apenas doscientos habitantes, es la única población de la Comunidad Valenciana que no ha crecido extramuros, lo que le ha permitido mantener intacta su trama urbana original. Pasear por sus calles es como abrir una ventana al pasado: el trazado medieval, las fachadas de piedra y los balcones de hierro forjado transportan al visitante a los siglos en que el pueblo era una pequeña fortaleza.

Muralla de Mascarell (Castellón)

Parte de la muralla de MascarellTurismo Comunidad Valenciana

La muralla, construida en 1553 por orden de María de Cardona, condesa de Oliva y señora de Nules, encierra en su perímetro toda la historia de la localidad. Se trata de una sólida estructura de piedra y argamasa que ha resistido el paso del tiempo y las guerras, y que se mantiene prácticamente en su estado original. El recinto cuenta con dos puertas de acceso, la de Levante y la de Poniente, y cuatro torres defensivas, una en cada uno de sus lados. Desde lo alto de sus muros, que antaño sirvieron para proteger a la población de incursiones enemigas, se contempla un paisaje de huertas y campos que se funden con el horizonte mediterráneo.

Dentro del recinto amurallado, Mascarell conserva un conjunto arquitectónico de gran valor histórico. Entre sus edificaciones más destacadas figuran la iglesia parroquial, levantada a finales del siglo XVII, y la casa consistorial, que data del siglo XVIII. Las calles empedradas y las pequeñas plazas conservan la atmósfera tranquila y serena de un tiempo que parece haberse detenido, mientras los vecinos, acostumbrados a recibir visitantes, mantienen con orgullo las tradiciones que dan vida al pueblo.

Además de su patrimonio monumental, Mascarell es conocido por su animada agenda cultural. A finales de agosto celebra sus fiestas patronales, con desfiles, música y actividades familiares, pero es en otoño cuando el pueblo alcanza su máximo esplendor con la Gran Feria Medieval. Durante unos días, las murallas se llenan de color y de vida, con el sonido de las gaitas y los tambores resuena entre los callejones, los vecinos se visten con trajes de época y los visitantes pueden recorrer los puestos de artesanía, disfrutar de espectáculos callejeros o degustar productos típicos de la comarca. Desde su creación en 2007, la feria se ha convertido en una de las más concurridas de la Comunidad Valenciana, atrayendo a miles de personas que buscan una experiencia diferente y auténtica.

Feria Medieval de Mascarell, único pueblo amurallado de la Comunidad Valenciana

Imagen del pasacalles de la Feria Medieval de MascarellTurismo Comunidad Valenciana

Llegar a Mascarell es sencillo. Quienes viajan en coche deben dejar el vehículo fuera de las murallas, ya que el interior del recinto se reserva a los peatones, preservando así su carácter histórico. También es posible acceder en tren hasta la estación de Nules-Villavieja, desde donde se puede llegar a pie en apenas unos minutos.

La Edad Media terminó hace siglos, pero en lugares como Mascarell su espíritu sigue muy vivo. Este pequeño pueblo castellonense, declarado Bien de Interés Cultural en 1995, es un recordatorio de la riqueza patrimonial que aún pervive en la Comunidad Valenciana. En un tiempo en que el turismo busca cada vez más la autenticidad, Mascarell ofrece al visitante algo difícil de encontrar: la sensación de estar dentro de una postal viva del pasado. Entre murallas centenarias, calles de piedra y la calma de su entorno, se erige como una joya silenciosa del interior valenciano, perfecta para dejar atrás la rutina y perderse, aunque solo sea por un fin de semana, entre las sombras de la historia.

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